Giordano Gederlini, aclamado guionista de películas como la reciente Les Misérables, ha redactado un guión muy personal que ha decidido llevar a la gran pantalla. Para hacerlo de la mejor forma posible, se ha rodeado de un reparto de lujo encabezado por Antonio de la Torre, Marine Vacth, Olivier Gourmet y Tibo Vandenborre. Entre la vida y la muerte, la película escrita y dirigida por Gederlini, nos presenta a Leo Castañeda, un español afincado en Bruselas que trabaja como conductor de metro. Una noche presencia el suicidio de Hugo, su hijo, del que llevaba más de dos años sin saber nada. Tras lo sucedido, Leo empieza a indagar en las causas de su muerte y descubre que estuvo implicado en un atraco. La búsqueda de respuestas lo conducirá a una peligrosa investigación y a enfrentarse a su propio pasado. A continuación, os presentamos las 5 principales razones por las que tenéis que ver Entre la vida y la muerte:

1. UNA PUESTA EN ESCENA MAGNÉTICA

A la hora de hacer una película, se debe tener muy presente que un buen guión puede ser desaprovechado a la hora de llevarlo a la gran pantalla, o, por el contrario, este puede ser mejorado por una puesta en escena que permita que la acción fluya de forma natural y exitosa. Cuando hablamos de puesta en escena, algunos entienden que nos referimos a todos los elementos del estilo visual, mientras que otros la relacionan con el tono emocional de la película. Lo cierto es que Entre la vida y la muerte es una película en la que cuyo director ha entendido a la perfección lo que el guión necesitaba para sacarle el máximo provecho posible. Para ello, su estilo visual se puede enmarcar dentro del conocido como cine negro, manteniendo una coherencia y un cuidado sentido de la estética a lo largo de toda la película. Esto hace que se le dote a la obra de un halo tenebroso y misterioso que la aúpa por encima de los largometrajes de su estilo. Por otro lado, el tono emocional de la película resulta siempre tan cuidado y sugerente, que logra conformar una puesta en escena poderosamente magnética.

2. UNA DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA SOBERBIA

En algunos foros siempre se ha mencionado que la dirección de fotografía es la gran olvidada a la hora de valorar una película. Resulta absurdo pensar que, a la hora de realizar un juicio objetivo sobre una película, se deje de lado uno de sus aspectos fundamentales. Si en el anterior punto se ha mencionado que un guión puede ser mejorado con una buena puesta en escena, lo mismo sucede con una buena dirección de fotografía. En Entre la vida y la muerte, Cristophe Nuyens (director de fotografía) entiende a la perfección lo que este proyecto le pide y realiza su trabajo de forma cuidada y profesional. Cada plano es digno de ser visto una y otra vez, y en cada ojeada se vislumbrarían nuevos detalles. Los grandes trabajos son, precisamente, aquellos que están compuestos por tantos pequeños detalles que se necesita más de un visionado para observarlos.

3. ANTONIO DE LA TORRE

No hay prácticamente nadie en España para el que todavía resulte desconocido Antonio De La Torre. Tras innumerables interpretaciones destacadas y otros tantos galardones justamente recibidos, todavía tiene más cosas que darnos y contarnos. Su dedicación, al contrario de lo que alguno pueda pensar, aumenta a medida que el tiempo avanza. En Entre la vida y la muerte, De La Torre protagoniza una película rodada en francés sin perder en ningún momento la compostura. Al contrario, parece cómodo en el papel de un padre emigrado a Francia que tiene que lidiar con el fallecimiento de su hijo. Además, su talante resulta adecuado para el papel que interpreta, por lo que su elección como actor principal es un acierto rotundo. Más allá de su profesionalidad, se erige como uno de los principales motivos por los que debe verse esta película.

4. LA PROFUNDIDAD DE SUS PERSONAJES PRINCIPALES

Entre la vida y la muerte podría haberse limitado a retratar el dolor de un padre ante el fallecimiento de su hijo y su investigación de los hechos, pero Gederline decide llevar esto mucho más allá. Para ello explora, de forma sosegada, el pasado de un padre dolido, al mismo tiempo que amplía el foco para centrarse también en una investigadora de policía y su relación con sus compañeros y su superior, que al mismo tiempo resulta ser su padre. El principal objetivo de todo ello no es otro que evitar la existencia de personajes planos, los cuales restan credibilidad a la película. En cambio, los personajes que habitan este largometraje cuentan con la profundidad y los matices necesarios para mantenernos atentos a lo que sucede en pantalla durante sus 100 minutos de duración.

5. LAS LOCALIZACIONES

Es cierto que todo lo que se realiza de forma adecuada contribuye a crear una atmósfera o un clima favorable para la realización de una película. Dentro de ese todo, encontramos cuestiones tan importantes como la elección de las localizaciones. Puede parecer, erróneamente, una tarea sencilla, pero la verdad es que es realmente complicado encontrar unas localizaciones que potencien el desarrollo de la película y la lleven a un nivel superior. Podemos afirmar que Entre la vida y la muerte cuenta con unas localizaciones que favorecen la credibilidad que tiene la historia y el clima en el que se desenvuelve. Es por ello que las localizaciones resultan un factor más por el que esta película debe ser vista, que se suma a la ya mencionada correcta puesta en escena y la soberbia dirección de fotografía. Motivos para ver Entre la vida y la muerte no faltan.

Jorge G. Leguina