INSALVABLE: UN CORTOMETRAJE QUE APUNTA A LOS PREMIOS GOYA
Insalvable es uno de esos cortometrajes que no dejan a nadie indiferente. Así nos lo hace saber desde su primer plano. El argumento del cortometraje es sencillo: Mauro, un hombre corriente con un gran corazón, ha quedado para cenar en un lujoso restaurante con Ángel, el extraño al que salvó la vida hace unas semanas. A partir de ahí, todo resulta extraño, confuso, incluso doloroso.
Sin ánimo de hacer ningún spoiler sobre el cortometraje (apenas cuenta con 18 minutos de duración), lo cierto es que éste consigue dar los giros necesarios sin abrumar ni resultar excesivamente increíble (algo que suele pasar factura a este tipo de premisas). Insalvable se sustenta, principalmente, en dos actuaciones soberbias de dos actores más que conocidos: Pedro Casablanc y Javier Pereira. Ambos, en papeles muy distintos a la par que creíbles, se desenvuelven con naturalidad y dominio sobre sus personajes. Es complicado encontrar a figuras de semejante nivel en un cortometraje actual. Destacar también la breve (pero intensa) interpretación de Silvia Vacas, que siempre cumple con su cometido.

Refiriéndonos ahora al tono del cortometraje, lo cierto es que, a pesar de tener un agudo sentido del humor negro, se mueve mejor en el thriller y en el drama, que mantienen la tensión y nos hacen vislumbrar un trasfondo de relaciones de poder, abuso, clases sociales e incluso dilemas morales: ¿merece la pena salvar a cualquier persona?
Galardonada en numerosos festivales nacionales y con claras opciones para su director, Javier Marco, de ser nominado de nuevo a los Premios Goya (que ya ganó con A la Cara), es de valorar que un director que se mueve con tanta facilidad en este medio, continúe realizando proyectos de interés. Quizás, en definitiva, lo mejor de Insalvable sea realizar la polémica pregunta de si merece la pena salvar a cualquier persona y dejarla en el aire, con la esperanza de que cada espectador argumente lo que considere. Yo tengo clara mi respuesta.
Jorge G. Leguina