Este lunes 10 de enero tuvo lugar en el Edificio Telefónica de Madrid la presentación de Raphaelismo, una serie documental producida por Dada Films & Entertainment junto a Movistar+ y que llegará a la plataforma de forma completa el próximo jueves 13. Siguiendo la estela de Lola, proyecto que recorre la vida y carrera de la polifacética Lola Flores, Raphaelismo se centra en la figura de uno de los mayores fenómenos musicales que nos ha dado España: RAPHAEL.

Acaba de cumplir 60 años sobre el escenario, algo de lo que no todo artista puede presumir, y los directores Charlie Arnaiz y Alberto Ortega quisieron hacer un homenaje en forma de este precioso documental a una persona que ha conseguido hacer historia, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo: “Muy pocos artistas tienen la capacidad de poder añadir un ‘ismo’ a su nombre […] que sean tan grandes como para montar un verdadero fenómeno que arrastre y que incluso trascienda al personaje”.

Son cuatro los capítulos que conforman este Raphaelismo y, a través de ellos, los espectadores van a ser capaces de descubrir no solo la grandeza del personaje, sino también esa parte más íntima y personal del artista tan poco mostrada en los medios. Todo ello posible gracias a un trabajo exhaustivo de documentación que combina las declaraciones actuales de Raphael con material inédito, imágenes de archivo y otras ficcionadas, testimonios de sus seres más allegados y entrevistas a más de 50 compañeros tanto de la profesión como de distintos ámbitos y cuyas vidas han llevado como banda sonora a Raphael.

EPISODIO 1: DE LA NIÑEZ A LOS ASUNTOS.

Cada episodio retrata una parte de la vida del cantante, desde su niñez hasta el momento exacto en el que se encuentra actualmente, todo ello con una gran minuciosidad y detalle. De esa forma, el primer episodio, titulado De la niñez a los asuntos (verso perteneciente a la canción Volveré a nacer, 1972), recorre la infancia de Raphael y sus inicios en la música, algo que tuvo claro desde bien jovencito. Y es que con apenas 12 años el mundo del espectáculo se cruzó en su camino: “Ahí pasó algo que me hizo vibrar, que me hizo soñar muy fuerte. Y yo me vi ahí arriba”.

Fue Paco Gordillo (exmánager), el primero que vio en él algo especial y que marcaría su vida para siempre. Empezando por el Concurso ‘Rueda la bola’ (1959) o el Festival de Benidorm, que le proporcionó la victoria durante tres años consecutivos, pronto se convirtió en “el primer gran artista moderno de los años 60”. Y Rafael Martos pasó a ser RAPHAEL, logrando algo insólito que nunca había pasado antes en nuestro país: actuar como solista en el Teatro de la Zarzuela. A partir de entonces, su carrera no ha dejado de sumar éxitos.

EPISODIO 2: ¡VIVA RAPHAEL!

Tras debutar en La Zarzuela y tener su primer especial de Navidad en TVE, Raphael dio un paso más y se presentó al Festival de Eurovisión hasta en dos ocasiones, en 1966 y 1967. Aun no consiguiendo la victoria, ese Yo soy aquel y ese Hablemos del amor fueron suficientes para que el cantante se diera a conocer al mundo entero. Desde el Olympia de París hasta el Madison Square Garden, de Nueva York, pasando por Argentina y México, donde además participó en varias películas. Como nos contó en el encuentro con medios: “A raíz del primer resultado me pidieron volver. Al día siguiente yo estaba en las televisiones de toda Europa. Si hubiera ganado a lo mejor hubiera pasado desapercibido”. De esta forma Raphael se convertía en “el cantante que España necesitaba”, recibiendo comparaciones incluso con Elvis Presley o Tom Jones. Pero era tanta la actividad y el estrés al que se veía sometido con cada actuación que llegó un punto en el que Raphael no pudo más.

Y esa crisis vivida a finales de los 70 nos lleva a las últimas entregas de Raphaelismo, Qué sabe nadie e Infinitos bailes, respectivamente, que se centran en la etapa familiar del artista, tan poco conocida, así como en su reinvención en una España que siempre está en constante evolución. De hecho, compañeros de la industria como Enrique Bunbury o David Bisbal destacan la presencia de Raphael en la memoria de varias generaciones, así como la influencia que ha supuesto para ellos. Y Raphael lo agradece bastante: “Ese es el mayor milagro. Es increíble que yo vaya cambiando de generación y siga la gente ahí, adhiriéndose otra gente que no conozco”.

Por su parte, sus contemporáneos como Víctor Manuel, Miguel Ríos o el propio Manuel Alejandro, compositor y amigo que tanto significó para él, recuerdan con cariño los años vividos a su lado. Pero si hay alguien que merece una mención especial, esa es su familia, su mujer Natalia y sus hijos Jacobo, Alejandra y Manuel, que siempre han estado a su lado apoyándolo en cada uno de sus momentos, algo que destaca el artista para conseguir mantener los pies en el suelo.

Raphaelismo es una serie documental muy necesaria y que nadie se puede perder. No solo para aquellos que llevan años siguiéndole, sino también para que las nuevas generaciones descubran qué hay detrás de esa gran figura de la que todo el mundo habla. Y se enamoren. Y se emocionen. Y quieran disfrutar de él sobre el escenario. Y es que Raphael no es solo una gran voz, es también presencia, elegancia, fuerza, trabajo, humildad, cercanía y verdad. Raphael es muchas cosas y, como el propio artista afirma, tendremos Raphaelismo para rato.

Por ahora podréis disfrutar de estos cuatro capítulos a partir del 13 de enero solo en Movistar+.