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MR. ROBOT 3X10: SHUTDOWN

La tercera temporada de Mr. Robot ha llegado a su fin con un episodio cargado de grandes revelaciones, un ritmo perfecto y unas actuaciones a la altura. Aunque esperábamos algo frenético con la respuesta a todas nuestras preguntas, el capítulo funciona como cierre a una temporada soberbia.

A partir de aquí el artículo contiene spoilers del 3×10 de Mr. Robot

Podríamos decir que las anteriores temporadas de Mr. Robot se han caracterizado, entre otras cosas, por dejarnos en medio de encrucijadas de difícil digestión capítulo tras capítulo y en finale seasons. Sin embargo, este episodio cumple con las expectativas del público aportando todo lo necesario para cerrar la temporada: tensión, un poquito de drama, grandes revelaciones y una escena final que nos devuelve a un personaje que hacía mucho que no veíamos. Empecemos.

«This is on me»

El episodio comienza con varios esbirros de Dark Army irrumpiendo en el piso de Elliot (Rami Malek) y revolviendo todas sus pertenencias. Cuando desaparecen, Elliot sale del piso de la fallecida Shayla (Frankie Shaw) y observa el desastre. El plano pasa de ser general a detalle acercándose a uno de los CD que Dark Army ha tirado, un CD en blanco (que adquirirá importancia al final del episodio).

Mientras tanto, Darlene (Carly Chaikin) sigue a disposición del FBI. Santiago (Omar Metwally) aparece en la sala donde la recluyen, apaga la cámara que la graba y le coloca una brida en las muñecas antes de llevársela. Dom (Grace Gummer) sospecha algo y aparece en el parking, bastante sorprendida al ver a Darlene metida en el coche. Santiago intenta explicar qué está haciendo y termina propinándole un puñetazo en la cara que la deja inconsciente.

Volvemos a Elliot, ahora en la antigua sede de fsociety hablando solo para variar. Tras pegarle varios puñetazos a dos máquinas de arcade (y reventarse los nudillos), observamos que el diálogo que tiene es con Mr. Robot (Christian Slater). Ambos acaban en la noria de la feria manteniendo una de las primeras conversaciones que harán mella en el espectador durante los 58 minutos de capítulo. Confiesa haberle echado de menos y siente que hay una parte de él en Mr. Robot y viceversa; una conversación de la que Krista (Gloria Reuben) estaría orgullosa.

«I’m not the bad guy»

Dom se despierta en la parte trasera de un coche en marcha. Con las manos atadas, mira a su izquierda y ve a Darlene en la misma situación. Conduciendo, Santiago. Como si la sabiduría invadiera su ser, Dom comienza a recitar en voz alta todos los acontecimientos irracionales que han sucedido durante estas dos temporadas y se da cuenta de que todo ha sido causado por la conexión entre Santiago y Dark Army. Este se excusa en que solo era una pieza más del juego y debía hacerlo.

Elliot aparece con Mr. Robot en casa de Angela (Portia Doubleday) rebuscando en los cajones: necesitan algo que les dé pistas para continuar con el plan. Mr. Robot encuentra un panfleto del restaurante Red Wheelbarrow BBQ con una serie de números apuntados en forma de código. En ese momento (y como suele pasar habitualmente en esta temporada) aparece Irving (Bobby Cannavale) de la nada y les invita a acompañarle. Irving es ese personaje que, a pesar de haber sido recurrente durante toda la temporada, apenas ha sido explotado; respecto a la trama, sí, pero respecto a su background, en absoluto. Genera incertidumbre, ya que nunca sabes por dónde va a salir (y más adelante en este episodio veremos parte de su verdadera naturaleza).

De forma paralela, en algún lugar remoto vemos a Angela esperando en una habitación vestida de blanco (en una composición de plano exquisita). Por la puerta aparece un desconocido que trata de entablar conversación sin llegar a ninguna parte; Angela sabe lo que quiere: hablar con Whiterose (BD Wong). La escena es meramente introductoria respecto a lo que será uno de los momentos más reveladores (aunque predecible) de toda la serie.

La naturaleza del ser humano

Un plano aéreo acompaña al coche de Irving hasta el que fue el hogar de Tyrell (Martin Wallström) durante su exilio. La música comienza a acentuar la carga narrativa del episodio, ya que aquí empieza lo verdaderamente importante. Dejando a un lado la casa en la que estuvo Tyrell, se acercan a un silo en el que esperan Darlene y Dom escoltadas por tres miembros de Dark Army junto a Leon (Joey Bada$$). Santiago comienza un debate con Irving acerca de los desastres con los que ha tenido que lidiar y cómo, por una vez, quiere que esta vez sea al revés. Dom se ha metido donde no la llaman y supone un problema para las relaciones entre el FBI y China.

Siguiendo su consejo, Irving y Santiago acompañan a Dom fuera, acercándose al tronco donde Tyrell se desfogaba cortando leña. Irving comienza a desvestirse mientras el agente le repite que pueden encontrar una solución para no matar a Dom, pero este le ignora. Y lo ignora bien, porque le clava un hacha en el pecho para ver cómo se muere lentamente ante la mirada desorbitada Dom (mientras, en nuestro interior resuena un «por fin»). Aquí volvemos a ver un juego al que Dom está acostumbrada: tener que lidiar con la superioridad que los hombres ejercen sobre ella.

Como vimos en episodios anteriores, Dom ha tenido que enfrentarse a Santiago varias veces y ha sido cuestionada incluso cuando ha hecho las cosas bien. Aunque en este momento se trata de chantaje emocional, apreciamos un esquema comportamental que ya hemos visto en otras ocasiones en la gran pantalla y en el FBI, por ejemplo a través de Clarice Starling (Jodie Foster) en El silencio de los corderos (Jonathan Demme, 1991). Agentes fuertes e inteligentes que son cuestionadas por ser ser mujeres y que tienen que esforzarse el doble para ser reconocidas, en una constante reafirmación de sí mismas. Ante la presión que Irving impone, Dom tiene que aceptar.

De vuelta al silo todos están en tensión: alguien importante va a aparecer. Con Kom Veacha Tha Sneha Know, de Pan Rom, sonando de fondo (algunos la reconocerán por ser una versión de Bang Bang – My Baby Shot Me Down, de Kill Bill), aparece Grant (Grant Chang). Irving trata de irse, Grant se lo impide y con dos frases desaparece. A pesar de ser Grant el ayudante de Whiterose, el poder que tiene Irving es superior, y da a entender que lleva mucho trabajando para Dark Army.

El siguiente cara a cara lo protagonizan Elliot y Grant; una lucha de información en la que sabemos que va a ganar Elliot, a pesar de que están en juego su vida y la de Darlene. Tras afirmar que el stage 3 no existe, Elliot entra en cólera y comienza a enunciar todos los movimientos que ha monitorizado de Dark Army en los últimos meses (incluyendo el chantaje que permitió la anexión del Congo a China). La tensión crece hasta llegar al punto en el que Darlene y Elliot están apuntado con dos armas. En un giro de los acontecimientos, Leon (Joey Bada$$) dispara su arma y mata a los tres agentes de Dark Army, dejando a Grant solo. Este recibe una llamada de Whiterose y, tras colgar, se suicida.

Es curioso ver el contraste que supone la escena en el silo, con una iluminación tenue y contrastada, donde la tensión se respira en cada esquina, con la escena de la bañera en la que Whiterose, a través de una tablet, observa todo lo que pasa en un plano luminoso e purista. Una triste analogía entre el poder y la servidumbre, el dinero y la pobreza.

Paralelo a esto continuamos con Angela en la mansión de Philip (Michael Cristofer) manteniendo una conversación en los jardines en la que explica que 32 años atrás trabajaba con su madre Emily y estaba enamorado de ella. Cuenta cómo se quedó embaraza y decidió que su hija no merecía un monstruo como él. Vamos, que Philip es su padre. A pesar de ser una de las revelaciones más importantes, no pilla por sorpresa, porque nada más decirlo el espectador asocia todo lo que ha ocurrido esta temporada y adquiere sentido al instante.

Ahora se sabe por qué arropó a Angela con mentiras y manipulación, aunque usó las peores formas posibles, contribuyendo al derrumbe total del personaje. Durante esta conversación, Angela termina de deshacerse y es consciente de que todo cuanto Whiterose dijo es mentira (aunque nosotros no estamos tan seguros, pues las referencias al tiempo cada vez son más evidentes y no sabemos si Sam Esmail quiere despistarnos o nos está dando las claves de la serie).

«What now? Undo the hack»

Aún en el silo, Elliot toma un portátil y descarga el archivo congo_shipping.tar.gz, parte del plan para terminar con las operaciones de Dark Army. Dom le da las credenciales del FBI para acceder a los archivos de Romero (Ron Cephas Jones) y poder continuar. Al salir del coche termina la intensa y maravillosa relación de las chicas de Jersey al ser Dom sincera con Darlene y desearle todo lo malo que pueda pasarle. Al volver a Elliot, vemos que los archivos de Romero, el keydata, fue exportado por otra persona.

Ya en la ciudad, Darlene y Elliot hablan en el metro del accidente que tuvo Elliot de pequeño con la ventana. Darlene nos revela que fue Elliot quien se volvió loco cuando vio aparecer a su padre en casa, comenzó a destrozar cosas con su bate de béisbol hasta que llegó a la ventana, la rompió y saltó. Toda la construcción que Elliot crea entorno a su padre desaparece, dejando un vacío en el porqué de la relación entre ambos. Es evidente que le afectó descubrir que tenía cáncer, pero vemos que el detonante no fue un factor externo a su relación, sino causado por Elliot.

Cuando Darlene se baja del metro aparece Mr. Robot y vuelve a darse una conversación similar a la de la noria, en la que este confiesa que fue quien exportó el keydata. Así mismo, Mr. Robot pregunta por qué quiere deshacer el hackeo y Elliot revela que es por sí mismo. Cambia la vertiente respecto al fin último del hackeo. Siempre hemos hablado de ciberanarquismo y, por tanto, de la carga social que tenía. Pero los motivos de Elliot ahora son personales, y se pierde el verdadero rumbo que tomaran los planes en su inicio.

Al llegar a casa, Mr. Robot confiesa a Elliot que la información que necesita está en el CD en blanco que vimos al comienzo del episodio. El CD contiene fotografías de ambos hace años. Una de esas fotografías es la clave para deshacer el nine/five y «revertir» todo lo que este ha causado. Y Elliot pulsa la tecla. La temporada se despide con una escena de Superman (Richard Donner, 1978) en la que Lois muere y el superhéroe comienza a volar en dirección contraria a la rotación de la Tierra para que gire en sentido contrario y revertir el tiempo. Sam Esmail atacando hasta en el último instante.

Goodbye, friends

Pero no; como siempre, el último episodio nos depara una sorpresa al final de los créditos. Darlene camina de noche acompañada de una mujer cuando un coche pita en un semáforo. Ignorándolo, continúan andando hasta llegar al portal de Elliot. En ese momento, el mismo coche que pitó momentos antes aparca frente a ella y bajan cuatro hombres de él.

Cuando la cámara cambia de plano, nos encontramos a Fernando Vera (Elliot Villar), el antiguo camello y asesino de Shayla, al que Elliot delató y encarceló durante la primera temporada.

Tal y como han funcionado los dos finales anteriores, debemos tener en consideración la vuelta de este personaje como clave para una de las tramas de la próxima temporada. Sin duda, una reaparición que sí nos ha pillado por sorpresa y que supone retomar un camino que quedó demasiado abierto y dejó a muchos seguidores sin respuestas.

Y ahora sí, terminamos una temporada impecable que ha supuesto la tercera nominación consecutiva de Christian Slater a Mejor actor de reparto en los Globos de Oro 2018. Con cada capítulo vemos la riqueza argumental y visual de un mundo distópico no muy lejano al nuestro, en el que las grandes corporaciones e Internet devoran al ciudadano de a pie. La lucha contra el poder, los roles pasivos-activos y la corrosión del ser humano son facetas tratadas en la serie que han dado que pensar y que sitúan a Mr. Robot entre una de las mejores serie en emisión desde 2015. Llegados a este punto, y con ganas de detalles sobre la siguiente temporada, solo queda decir que ha sido un placer compartir con vosotros esta experiencia. Y recordad:

Cristina Domínguez

7 COMENTARIOS

  1. Hola cristina, la verdad que me encantan tus resúmenes, te sigo desde esta temporada. Un detalle, cuando llega Eliott al silo no es Grant el que está con Darlene y Dipiero sino Leon.

    Hasta la siguiente temporada 🙂

    • ¡Muy buenas, George!

      Me alegra que hayas disfrutado de la temporada y de los recaps, muchísimas gracias. Y sí, tienes razón, ya está Leon en su sitio. Tomo nota y de nuevo, ¡mil gracias por haberme acompañado semanalmente!

  2. Hola a tod@s! Vaya temporada!magnifica!
    Tengo 2 dudas y necesito consejo:
    1-no entiendo lo k hace Elliot para whiterose(…sobre la fabrica del congo…..)….que el teclea algo sobre Iran…??luego Leon se lleva el ordenador…
    2-cuando Irving encuentra a Elliot(….y mr robot)rebuscando en los cajones….es casa de Angela?o es el despacho de Santiago?
    Muchas gracias Cris!un abrazo a tod@s!

  3. buenisima columna!.. me quedó una seria duda: Dom al entregar los accesos a Sentinel, en el fondo está rechazando la «oferta» del DarkArmy y entregando a su familia???Ö

  4. Mr Robot, la serie, se sigue adentrando en terrenos absurdos, inseguros, sin contenido lógico, ni artísticos, donde se puede esperar que en cualquier momento se desdoblen o reintegren personajes, como ocurrió con Eliot y el fantasma de su padre.
    Lo mismo sucede en cuanto a los hechos, situaciones, sitios, como la cárcel donde en la versión hoy admitida estuvo recluido Eliot.
    No sería nada extraño que en la temporada 4 se revele que Eliot es el mismo Tyrel ( y la ganja donde estuvo escondido sea la misma cárcel donde estuvo Eliot) y todos ellos sean a su vez Irving.
    Ya sabemos que WhiteRose es al mismo tiempo Zheng, de modo que no podemos descartar que ellos dos sean también Darlene y/o Angela.
    Y así, hasta el absurdo (ad- bsurdum ) podrá aparecer cualquier ridícula solución a las inconsecuencias de un libreto sin rumbo ni consistencia.
    Ni qué decir del arrepentimiento de Eliot y su urgencia de reintegrar el imperio de E-Corp, la traicción a los supuestos principios de un «revolucionario» esquizofrénico..
    Si hay 4a temporada (lo dudo) me detendré a leer los comentarios de Cris para saber si se cumplen las predicciones que estoy haciendo, pues no creo que tenga la paciencia de ver un solo capítulo más de esta serie que comenzó como algo prometedor y se diluyó en pus dentro de la mierda dentro de la basura.
    Las volteretas y retorcijones de Mr Robot me recuerdan mucho el caso del escribidor Pedro Camacho ( «La Tía Julia y el Escribidor», Mario Vargas Llosa), libretista de radionovelas ( de muchas radionovelas) quien comienza a mezclar los personajes y situaciones de una y otra de sus obras «hasta que termina recluido en el manicomio.
    Esperemos que no sea ese el triste destino de Sam Esmail.

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Nací en los noventa y Los Simpson me dejaron como estoy. Sí, yo también soy cinéfila. Me gusta analizar movimientos de cámara y mi madre se lo cree porque no me entiende. Si Tim Burton, Gus Van Sant y Darren Aronofsky dirigieran una película juntos saldría yo.