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CONCURSO INCIDENCIAS: ¡SORTEAMOS 10 ENTRADAS DOBLES! (CERRADO)

 

inci

 

31 de diciembre. 16:30 horas. Un tren que va de Barcelona a Madrid se detiene sin causa aparente en mitad de un solitario paraje. Incomunicados y bajo un temporal de viento y nieve, la inquietud y la desconfianza calarán entre el pasaje, provocando con su disparatada conducta que salga a relucir lo peor de cada uno de ellos. Esta es la premisa de la que parte INCIDENCIAS, la última película del tándem JOSÉ CORBACHO y JUAN CRUZ que llega a nuestras carteleras, como no podía ser de otra manera, el próximo 31 de diciembre para poner el toque de humor patrio a estas navidades.

De INCIDENCIAS ya os hablamos por aquí en su día, y ya os adelantamos que cuenta con un reparto coral bastante serio encabezado por CARLOS ARECES, ERNESTO ALTERIO, AIDA FOLCH, LOLA DUEÑAS, o TONI ACOSTA, entre otros nombres de peso.

 

 

incidencias

 

Y para celebrar su estreno (y gracias a FILMAX ENTERTAINMENT) sorteamos 10 entradas dobles para que podáis disfrutar de la película, una vez que se estrene, en cualquier cine que la proyecte. Y ojo porque la película sale con 180 copias, así que esta vez podréis disfrutarla prácticamente en cualquier rincón de nuestra geografía.

Para llevate una de nuestras dos entradas dobles solo tienes que seguir los siguientes pasos:

1) Síguenos en Twitter.

2) Sigue a FILMAX ENTERTAINMENT en Twitter.

3) Tuitea desde tu perfil la siguiente frase:

“Quiero 1 de las 10 entradas dobles que @elpalomitron está sorteando gracias a @filmax para cerrar el año a todo tren”

4) Comenta en esta entrada cuál es la situación más divertida, sorprendente o embarazosa que has vivido a bordo de un tren.

5) Mándanos un correo a: elpalomitron@gmail.com para verificar tu participación, indicando tu usuario en Twitter y el nick con el que has comentado en la web.

 

* Recordad que solo se permite una participación por usuario y que la respuesta ganadora será elegida por un jurado integrado por miembros de El Palomitrón, que premiará las respuestas más originales.

Tenéis hasta el domingo 20 de diciembre a las 22:00 para poder concursar. Así que no os lo penséis y probad suerte, porque la ocasión bien lo merece.

 

 

 

28 COMENTARIOS

  1. La situación más sorprendente fue en un tren con destino Madrid, donde iba sentado justo delante mio Eduardo Gómez, el actor de La que se avecina y Aquí no hay quien viva. Además, un tipo muy majo y sencillo que, cordialmente, me firmó una dedicatoria y nos hicimos una foto.

    Con la de gente que viaja en ese vagón de la película «Incidencias» es difícil no encontrárselo entre tanta cara conocida!

  2. Lo más sorprendente y curioso que me ha pasado en un tren fue hace exactamente tres veranos de camino a Barcelona. Iba enfrente de una mujer embarazada en compañía de su hijo pequeño y a mitad camino, Eva, que así se llamaba la mujer, empezó a sentirse mal, con unos dolores terribles. Evidentemente me asusté y pedí ayuda a los que se encontraban en mi vagón. Todo parecía sacado de una película de Almodóvar, de repente entre los viajeros apareció un médico y como la próxima estación de paso quedaba un poco lejos, se decidió que había que prepararse por si la mujer daba luz allí mismo. El desenlace fue feliz e imprevisible, pues se quedó todo en un susto y Eva finalmente llegó a su destino, dando a luz unos días posteriores. Eso sí, todos los allí presentes vivimos todo muy intensamente e imagino que como yo no olvidan esas horas de incertidumbre y nervios.

  3. La situación más sorprendente fue en un tren en Francia en un vagón con un canadiense anglosajón, un argentino y un francés (yo). El argentino no sabía inglés, el canadiense no sabía español y nos hemos tirado 5 horas de viaje hablando en triangulo haciendo de traductor para todo el mundo. Dolor de cabeza al bajar , os puedo asegurar.

  4. La situación más embarazosa que he vivido en un tren fue este verano, en el trayecto de Madrid a Gijón. Hacia el final del trayecto me entraron ganas de ir al baño, y comencé a seguir las indicaciones que me marcaban la dirección. Crucé un vagón, luego otro, y otro… la gente me miraba porque no entendían que hacía. Y finalmente, cuando legué al último vagón, me encuentro con que el servicio está ocupado. Pero no fue eso lo peor sino cuando por fin logro entrar y ya de vuelta a mi asiento, me encuentro con que en cada vagón había un baño, solo que me quedaba a mi espalda y por eso no lo veía. Me sentí muy avergonzado y cuando llegué a mi asiento mi acompañante se partió de risa

  5. Pues hace años, cuando volvía de la universidad, una tarde de invierno después de una comida navideña con los compañeros. Era uno de esos trenes de cercanías con los asientos acolchados. Entre el efecto de las sidras, el calorcito que salía bajo los asientos y el traqueteo del tren, la modorra se iba instalando en mí, mientras escuchaba música en el walkman. Y cuando empieza a sonar «Last Christmas», empiezo a cantarla entre sueños. Y enterita que la canté. Y cuando abrí los ojos al terminar a canción, los ocupantes del vagón descojonados, algunos incluso limpiándose las lágrimas. No he pasado más vergüenza en mi vida

  6. Me subí en Madrid en un tren sin billete y cuando el revisor me dijo que me bajaría en la siguiente estación, fui todo el viaje escondiéndome de él ¡y conseguí llegar hasta Murcia sin que él me encontrara.

  7. La situación mas embarazosa me paso en un cercanías de Barcelona.Viajaba con una amiga camino de la universidad y tuve la necesidad de ir al lavabo.Por aquel entonces los baños los acababan de reformar y eran muy modernos,las puertas se activaban con un sensor.Una vez dentro del baño la puerta se acciono desde fuera y vi como poco a poco se iba abriendo y como un grupo de chicos estaban asombrados con lo que veían. No dejaban de reírse y fue tal mi vergüenza que volví a cerrar la puerta y no sali del baño hasta que no me asegure que el grupo de chicos se había bajado del tren. Desde entonces sólo entro en los lavabos del tren cuando me aseguro que no son tan modernos y tienen el clásico pero eficaz pestillo de toda la vida. Espero que os haya gustado mi INCIDENCIA, que con el tiempo he sabido reírme con ella.

  8. Mi primer viaje en tren, iba a ver a mi novio, me dijo que no hablara con nadie… Hablé con toooodos, qué bien me lo pasé, qué viaje tan curioso donde pasó cualquier cosa… Según llegaba al destino les dije que mi novio blablablá y que me despedía en el vagón con besos y abrazos porque a la salida iba a estar mi chico y no podría….jajajajaj, lo recuerdo como algo estupendo, a mi novio le confesé mi «deslealtad» tras varios años , ya casados, pues eso

  9. Ir de camino a Santander para disfrutar de tres días de relax en el Balneario de Puente Viesgo con mi hermana y en el tren Madrid-Santander un día 4 de febrero a las 10 de la mañana, quedarse el tren parado durante más de 2 horas faltando nada más que 15 minutos para llegar nos comentaron que no le llegaba corriente eléctrica y no sé que problema con las catenarias. El caso es que estábamos muertas de frío y cuando llegamos a destino casi eramos 2 témpanos de hielo. Menos mal que solo quedo en un susto porque en estas situaciones ya sabéis, unos se quedaban tranquilos, otros gritaban, niños llorando en plan inaguantable y otros haciendo comentarios de que podía ser una amenaza de bomba….en fin….anécdotas de la vida!!!! El resto del viaje…..genial!!!!

  10. Iba con mi chico hasta León, nos dio un calentón y fuimos al baño a hacer cosas de mayores, con tan mala suerte que nos vio una de las azafatas y nos llamó la atención. Imaginaros la vergüenza que pasamos mientras volviamos a nuestros asientos sintiendo la mirada de los demás pasajeros, que horror!

  11. En un viaje en tren que llegaba con mucho retraso a sus paradas se subieron un montón de personas mayores que sólo se habían fijado que coincidía con su hora de salida y no con el destino. Imaginaos la que se montó cuando horas más tarde pasó el revisor y les dijo que iban en el tren equivocado.

  12. Lo más embarazoso fue oir los gemidos y gritos de placer que salían del aseo del vagón del tren mientras el resto de pasajeros nos mirábamos entre risas, sonrisas, enfados y caras avergonzadas

  13. Pues siendo un chaval nos colamos por error (o eso pensaba yo) en un tren en un trayecto de 3 kms . Sudé la gota gorda al ver revisor pero pasó de largo

  14. La situación más surrealista fue en un tren a Albacete cuando a punto de arrancar el tren se me sienta al lado una madre con su bebé negrito vñde poco más de 1 año. Me dice si por favor le puedo cuidar un segundo al bebé que va al baño , el tren arranca , pasan 10 minutos y la madre no vuelve y yo pienso ayy dios a que no vuelve y me ha dejado al bebé abandonado aquí !!!!

  15. En un viaje en tren, me dio un apretón y tuve que ir al baño. Al salir del baño, se me quedo enganchado el papel del váter en el pantalón. Durante unos metros lo fui arrastrando por el pasillo del tren. ¡¡¡Que horror!!!

  16. En el ave a sevilla se me sentó un señor orondo y hermoso al lado que se quedó dormido y empezó a roncar cual cerdito, y todo el mundo le miraba. Así que decidí darle un codazo y decir «ay, perdón es que he tenido una pesadilla» y haciendo esto conseguí despertarle.

  17. Nunca olvidaré lo vivido en mi última escapada en tren a Málaga que tuve al lado mío a la persona más cotilla que he conocido en mi vida..una señora de unos 50 que no me quitó ojo en todo el trayecto …nunca llegué a saber si es que en el fondo le molaba o que…pero se las apañó la mar de bien para importunarme leyendo mis conversaciones de whatssup; empapándose del libro que leía o de la selección musical que escuchaba en mi IPAD:..y cuando yo le miiraba ya molesto e indignado la señora en cuestión se ponía a mirar el paisaje como si nada… lo más curioso de toda esta situación sucedió al final del trayecto cuando saliendo del vagón descubrí un papel en el bolsillo de mi chaqueta con un número de teléfono y una notita que ponía…»Cuando quieras repetimos experiencia…» que vacile y que pesadilla!!

  18. Una de las mejores anécdotas de viaje, sucedió en un tren en Túnez, íbamos a visitar la capital. Me senté al lado de una señora y un niño, y como íbamos varios amigos bromeando, pues empezamos a sacar chucherías y chicles. Me pareció un bonito gesto el ofrecerle a esa señora golosinas para el niño, y muy sonriente se negó en rotundo a aceptarnos nada. Una hora después, sacó una naranja para su hijo, la partió en dos y me ofreció la mitad. Denegué su invitación pero se puso tan pero tan terca que no me quedó otra que comerme la media naranja…Vamos que al final la generosidad a veces sale rana!!

  19. Que hice un viaje en tren de pie en la cafetería, al tener un problema en mi asiento. Mi número de asiento se triplicó, por error, es decir, que tres personas tenían la misma butaca. Vaya viaje.

  20. Que las tropas del Imperio estelar asalten un vagón de metro para arrestar a la Princesa Leia y entregarla al más malo de todos los malos, Darth Vader, es un auténtico espectáculo. Esto lo pude ver en el metro de Madrid.

  21. Pues la verdad es que fue un poco friki. Venía en AVE hacia Madrid y se sentó un chico guapísimo a mi lado que me sonaba de la tele pero no sabía quién era. Me pasé como una hora dándole vueltas y cuando recordé el programa donde le había visto busqué en el móvil su nombre. Enseguida internet me contó toooodo sobre el chaval y entonces le dije «perdona eres tal?» Y él sorprendido me dijo que como le había reconocido. Entonces le conté lo fan suyo que era y claro le desgrané cada programa, serie y anuncio en los que le había visto y el pobre felicísimo de conocer a un fan tan tan fan jejeje!

  22. Todas las «Incidencias» que me han pasado con Renfe me dan para escribir un libro aunque sin duda la más rocambolesca fue cuando sin más el tren quedó parado entre dos estaciones y nos hicieron esperar a otro tren que hiciera de puente para poder salir. Era verano, hacia un calor de mil demonios y obviamente el aire acondicionado no funcionaba. Había una chica con un carrito que palideció al no saber como sacarlo de allí y gente con maletas que vió como al final el ser humano es bueno y ayuda al prójimo.
    Tengo ganas de verla la película, porque sé que me veré reflejada en alguno de los personajes 😉

  23. Un día en la estación de Sants, cargado de maletas porque al día siguiente me iba a Londres, me coloqué la bandolera por la espalda para agarrar mejor las maletas y subir a mi tren. Mientras subía pensé «ahora sería muy fácil robarme la cartera» (la tenía en la cremallera de la bandolera), me giro mientras subo y veo un hombre guardándose una cartera negra (como la mía) en un bolso pequeño. Rápidamente compruebo la bandolera y veo que tiene la cremallera abierta, y el hombre seguía en el andén, disimulando delante de la puerta. Casi sin pensarlo, dejo las maletas dentro del tren, bajo, le abro su bolso, recupero mi cartera sin darle tiempo a reaccionar y vuelvo a subir al tren justo antes que se cierren las puertas. Fue espectacular…

  24. Estaba de vacaciones en Viena con mi hermano y mis padres y nos dirigíamos a Bratislava en tren. Compramos los billetes el día anterior en una taquilla y cuando ya estábamos montados en el tren una pareja de españoles que había al lado nos dijo que había que validarlos en unas máquinas que había en el andén… Fuimos corriendo porque el tren iba a arrancar en unos minutos y resulta que nuestros billetes eran más largos de lo normal y no cabían en esas máquinas! Debe ser que los billetes expedidos en las máquinas automáticas tenían otro formato distinto a los que vendía la taquillera. Total, que no pudimos validarlos y ya una vez en marcha vemos aparecer al revisor… Qué sufrimiento fue el verle llegar despacito, fila a fila, aproximándose poco a poco a nosotros. Además que sin conocer el idioma no podríamos explicarle que no éramos ningunos delincuentes. Cuando por fin llegó a nuestro sitio le dimos nuestros billetes, les hizo una marca con un sello y nos los devolvió tranquilamente. ¡Tantos nervios para eso!

  25. La típica situación embarazosa en la que el desconocido que va sentado a tu lado se duerme y cae sobre ti… por más que me movía no se enteraba que molestaba!!

  26. Creo que me quedo con una vez en la que nos dio un ataque de risa a todo el vagón. Es lo mejor que puede pasar, se empieza riendo uno y al final caemos todos.

  27. Fue el año pasado en mi viaje a Santiago de Compostela para disfrutar de la última etapa de la Vuelta Ciclista A España porque no terminaba aquel año en Madrid. En la ida estaba tan nervioso que tanto estrés me fui al baño a respirar un poco. Mi asiento estaba junto a la ventana, no podía dormir en el viaje que a veces molestaba a mi compañero de viaje queriendo ir al baño cada dos por tres. La vuelta la misma historia. No podía dormir y el tema del baño no digamos. Fue una de las peores experiencias en tren en larga distancia. Llevaba años sin viajar desde navidad de 1999.

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Alfonso Caro Sánchez (Mánager) Enamorado del cine y de la comunicación. Devorador de cine y firme defensor de este como vehículo de transmisión cultural, paraíso para la introspección e instrumento inmejorable para evadirse de la realidad. Poniendo un poco de orden en este tinglado.