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CINE ESPAÑOL DIRIGIDO POR MUJERES III: MATERNIDAD Y FAMILIA

En 2017 la directora sevillana Celia Rico firmaba una película sencilla esculpida en torno a dos únicas actrices, Lola Dueñas y Anna Castillo haciendo los papeles de madre e hija, respectivamente. Sin más pretensiones que contar el viaje de la hija al Reino Unido y la soledad de la madre, la directora ponía la maternidad, las expectativas con respecto a los hijos y el papel de una madre en un mundo cambiante en el centro del debate. La película era Viaje al cuarto de una madre y con ella regresamos tras el artículo inicial y el artículo sobre el cine dirigido por mujeres en el mundo rural.

Celia Rico supo sacar provecho de muy poco y esculpir una película que, con poco, dice mucho. Acostumbradas madre e hija a vivir juntas y a apoyarse y hacerse compañía mutuamente, la repentina marcha de la hija deja a la madre en una soledad más forzada que deseada, pero abre debates interesantes que supondrían poner en el cine un asunto tan olvidado como es la maternidad frente a los grandes relatos con los que se ha escrito nuestra historia del cine. Si bien Almodóvar supo captar en muchas de sus películas el rol inherente de la madre y la hija de múltiples formas distintas, Celia Rico inaugura un cine dirigido por mujeres que cuestionará y pondrá en el centro la famosa maternidad y lo que supone esta para la mujer. ¿Cuáles son los tipos de maternidad a los que una mujer puede acceder? Lola Dueñas en la película se dedicará a esperar a una hija a la que ahora observa con extrañeza y, a su vez, deberá aprender por primera vez en su vida algo que nunca le enseñaron, que es a tomar la maternidad desde la larga distancia que imponen las circunstancias de la vida.

No fue hasta 2021 cuando una película española que hacía un retrato agrio, candente y amargo de la maternidad vio la luz. Hablamos de Ama. Su directora era Julia de Paz y contaba la historia de Pepa (Tamara Casellas), quien, desahuciada y sin trabajo, debe cuidar de una hija en un Benidorm más oscuro del que nos tienen acostumbrados las postales turísticas. No era la primera vez que el cine español se acercaba a la maternidad de manera tan cruda, pero sí marcaba un hito al romper los mitos en torno a esta al mostrar una madre decadente, adicta y violenta en sus formas y sus gestos. La maternidad en esta película deja de ser el espacio deseado para la mujer tal como nos han intentado vender desde siempre desde el patriarcado, para ser un espacio oscuro donde muchas mujeres como la protagonista de la película no encuentran su hueco. El discurso feminista de replanteamiento de los mitos de la feminidad también empezaba a abrirse paso en el cine.

La historia de Pepa es la historia de una madre desencantada a lo largo de los años con su hija, quien ejerce más de pesada carga que de alegría. Sin embargo, en los estertores de 2024 vio la luz una película que trataría la maternidad arrepentida desde bien al principio. Salve María, dirigida por Mar Coll y estrenada en 2024, es la historia de María (Laura Weissmahr), quien ejerce de madre primeriza, pero no soporta más a su propio bebé, ni sus gritos, ni sus lloros, ni sus vómitos constantes. Fascinada por la historia de un infanticidio, María coquetea con la dulce idea de librarse sea como sea de su bebé, a quien ya no soporta de ninguna de las maneras. El thriller tomó forma de película de maternidades con una historia poco ortodoxa sobre el papel de la madre, un papel en el que muchas veces muchas madres no caben porque se arrepienten de haber dado el paso de convertirse en madres.

Precisamente de madres desubicadas trata La maternal, segunda película de Pilar Palomero estrenada en 2022. Carla (Carla Quílez) se queda embarazada siendo una adolescente que todavía no ha aprendido a vivir. Por ello es llevada a la maternal, un espacio donde otras madres adolescentes como ella, pero con vidas quizás más quebradas, aprenden no sólo a dar a luz y a ser madres, sino también a vivir. Palomero, de cuya primera película hablaremos en artículos posteriores, hace una fotografía de una realidad que nos pasa comúnmente desapercibida y que tantas críticas despierta en la sociedad: la maternidad en la adolescencia.

Una película que se acerca a la maternidad desde otra óptica, que es la extrañeza ante el hijo cambiante y, consecuentemente, el propio cuestionamiento de los vínculos maternales, es Sinjar, dirigida por Anna M. Bofarull. Muchos son los temas de los que se ocupa la directora en esta película tales como es el surgimiento y la violencia del Estado Islámico y sus tentáculos que llegan hasta nosotros, el esclavismo y la invisibilización de la mujer o el fanatismo religioso que esconde más de masculinidad tóxica que de religión, pero dos de sus tres historias se narran desde la perspectiva de la madre preocupada ante la extrañeza que le supone un hijo que se transforma y que no entiende. Halima Ilter interpreta el papel de una madre sometida en territorio ocupado y cómo ha de convertirse en esclava mientras ve cómo su hijo es aleccionado en los preceptos más radicales que convierten a la religión en un maniqueísmo bastante alejado de la realidad del Islam. Por su parte, Nora Navas interpreta el papel de una enfermera en Barcelona, madre de Marc, quien se ha alistado en el Estado Islámico ante la extrañeza de ella, que ve cómo su hijo se le escapa de las manos sin entenderlo ni poder retenerle. Sinjar es una obra inacabable, puesto que es un producto tan concreto y, a la vez, tan libre y sujeto a múltiples interpretaciones que no bastaría con este párrafo para poder contenerlo, pero clava las fronteras de la relación maternofilial más allá de lo acostumbrado socialmente.

En 2022 también se estrenó Ara la llum cau vertical, un documental minimalista, pero que situaba el foco no en la maternidad, sino en la paternidad vista desde la hija. La directora griega Efthymia Zymvragaki, afincada en Barcelona y productora de documentales, marcha a las Islas Canarias para hablar y grabar a Ernesto, un hombre que se considera a sí mismo un maltratador, un hombre violento que reconoce su responsabilidad y quiere narrar su historia. Cuando empiece el documental, lo que la directora encontrará en las islas a medida que se vayan multiplicando los días junto a Ernesto la devolverá a una parte de su vida que creía tener enterrada y transformará el documental en un potente artefacto que abre múltiples puertas a la paternidad, a la familia, a la violencia intrínseca en esta y a la masculinidad hegemónica, entre otros muchos debates que se pueden extraer de la potencia de esas imágenes.

Un año más tarde otra directora, Carla Subirana, regresa a la narración fílmica para contar otra historia sobre una hija y una madre, pero poniendo el foco en una paternidad desaparecida. Hablamos de Sica, estrenada durante el BCN FILM FEST de 2023, y que narra cómo en la costa de Galicia viven una madre y una hija. El padre, pescador desaparecido en el mar que ataba a ambas a su tierra, sigue siendo una figura presente y ausente al mismo tiempo, depositario de las esperanzas de una hija que quiere recuperar su cuerpo y una madre que ansía pasar página. Cuando encuentren un cadáver en el mar, la madre no dudará en reclamar ese cuerpo para poder cerrar un ciclo y regresar a su Barcelona natal. Si bien Sica pasó un poco desapercibida por la cartelera española, la película plantea un punto interesante como es cuál es nuestro posicionamiento ante la ausencia de un padre. Carla Subirana traslada el eje de la película de la maternidad a la paternidad igual que lo hizo el documental anterior para entender cuáles podrían ser los posicionamientos de los hijos en torno a la figura paterna.

Y frente a los posicionamientos de la maternidad y la paternidad y el papel de una madre con respecto a la necesidad de ser eje de su familia tal como la educación patriarcal nos tiene acostumbrados, Liliana Torres estrenó en 2024 su película Mamífera, protagonizada por Maria Rodríguez Soto y Enric Auquer, quienes forman una pareja afincada en Barcelona, moderna, independiente, de izquierdas y con las ideas muy claras hasta que ella descubre que se ha quedado embarazada. Las presiones tanto por la necesidad de ser madre como por el aborto constreñirán la voluntad de ella hasta llevarla a un punto límite. Liliana Torres ya no sólo habla de la maternidad, sino que incluso pone en cuestión cuáles son nuestros esquemas mentales como sociedad cuando una mujer tiene que afrontar un embarazo. ¿Estamos preparados para que una mujer diga no a ser madre? Ya no se replantea el papel de la maternidad, sino la propia maternidad como tal y la carga que se le impone a la mujer para aceptarla. Ser mujer no significa necesariamente haber de ser madre, parece decirnos la película.

En el BCN FILM FEST de 2023 fue estrenada también otra película dirigida por Daniela Fejerman y, por primera vez tras las cámaras, la escritora Elvira Lindo. Recogiendo las ideas de la madre y la hija, pero añadiendo a la abuela hasta abarcar un abanico de tres generaciones, las dos directoras, basándose en un relato de la misma Elvira Lindo, estrenaron Alguien que cuide de mí. Protagonizada por Emma Suárez en el papel de madre, Aura Garrido en el de hija y Magüi Mira en el de abuela, la película es el retrato caleidoscópico de tres generaciones de mujeres entregadas al cine, pero cada una con su particular universo y entregada a los monstruos particulares que la vida y la misma familia les han echado. Retrato de la familia en tres generaciones, Alguien que cuide de mí es una película preciosa, luminosa y brillante, pero que desgarra en su profundidad y nos recuerda cuán difícil es sostener las presiones familiares y gestionar la herencia del pasado que nos aplasta.

Por donde pasa el silencio es la siguiente película que nos ocupa el tema de la familia y los difíciles vínculos que mantenemos con aquellos que tenemos más cercanos. Dirigida por Sandra Romero Acevedo, la película narra las complejas relaciones familiares entre dos hermanos mellizos (Antonio y Javier Araque), uno de los cuales sufre de varias lesiones físicas que le impiden hacer vida normal, pero, a su vez, impide normalizar la vida a sus familiares. Antonio (Antonio Araque) regresa a su Écija natal para darse cuenta de que, a veces, los vínculos estrechos y el amor no es suficiente para poder establecer un vínculo incluso con aquel más cercano a ti. Cruda en ocasiones, tierna en otras, erótica y dolorosa en distintos momentos, Por donde pasa el silencio es la película de dos hermanos, pero también de una familia condenada a no entenderse jamás.

Si de maternidades difíciles hablamos, en 2024 se estrenó La virgen roja, la última película de Paula Ortiz. Sublime como todos los trabajos de la directora, delicada y dura a partes iguales, generosa con sus personajes cuando la ocasión lo requiere, el último trabajo de Ortiz tiene un guion firmado por Eduard Sola y Clara Roquet y está protagonizada por Najwa Nimri en el papel de madre y Alba Planas en el papel de hija. Su historia, basada en hechos reales, cuenta la historia de Hildegart Rodríguez, adolescente de precoz inteligencia espoleada por su madre para convertirla en el modelo de mujer del futuro cuya historia real y su truncado desenlace durante los tiempos de la II República Española ha sido elegantemente plasmada en la pantalla por la directora.

Finalmente, y retomando el hilo anterior de la familia, la maternidad y las relaciones entre una hija y una madre, en 2024 se estrenó la nueva película de Celia Rico, Los pequeños amores, que pone el punto final a este artículo sobre un cine de mujeres que dialoga con la maternidad y los esquemas de la familia. En este caso, la madre y la hija que protagonizan la película, Adriana Ozores y María Vázquez, respectivamente, ya no son la madre y la hija de la anterior película de la directora. Todo un mundo se ha abierto entre ambas antes de que la madre se rompa la pierna y la hija haya de pasar un verano con ella cuidándola. La madre es castigadora y le recuerda con sus silencios y sus regañinas cómo ha acabado siendo quien es. La hija, en cambio, se acoraza y vive ya muy lejos mentalmente de su madre, a quien ha acabado por apartar de su vida a medida que cumplía años. Ambas tendrán que entenderse y no es más que a fuerza de días compartiendo momentos cuando madre e hija por fin vuelve a verse en el camino. ¿Qué significa ser hija? ¿Estamos preparadas las hijas e hijos para sostener a determinadas madres? ¿Cuánto hay de responsabilidad en la madre cuando un hijo se aparta? Con esta última película cerramos este artículo, pero con la puerta que Celia Rico deja abierta a la posibilidad de entenderse y, con ello, construir quizás otro tipo de relaciones entre madres e hijas.

No queremos cerrar este artículo sin nombrar a una película que ha pasado por la cartelera este 2024, pero a las que no hemos podido acercarnos como es La mitad de Ana (Marta Nieto), película que retratan también la maternidad que nos ocupa este artículo desde otra perspectiva.

Javier Alpáñez

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