EDUARD FERNÁNDEZ es Nacho, un veterinario que trabaja para su suegro.  Embelesado por los encantos de una joven becaria, Ona, ambos urden un plan para robar cinco novillos a su suegro y venderlos en Portugal obteniendo unos beneficios muy atractivos, algo que compensa la puesta en marcha de este descerebrado plan. Cuando el plan se viene abajo y la sombra de la justicia y un más que posible encarcelamiento acechan a Nacho, éste deberá enfrentarse a las repercusiones de sus actos. Esta es la premisa que MARIANO BARROSO pone encima de la mesa para presentarnos a Nacho.

Manipulador, mentiroso, egoísta, vanidoso…Nacho es todo esto y más. Durante 90 minutos el director nos introduce en el mundo de Nacho y asistimos a la radiografía psicológica de un personaje que no sabe afrontar sus problemas. Nacho soluciona sus problemas a base de crear otros nuevos e involucrar a más personas en su realidad, sin importarle ni lo más mínimo las repercusiones que sus actos puedan tener tener en la gente que le rodea. Nacho es un alma solitaria al que sólo le importa él y sus circunstancias. El resto del mundo sólo son instrumentos para lograr sus objetivos.

MARIANO BARROSO adapta al cine una serie de seis capítulos que él mismo dirigió para el canal TNT en 2010. Esta adaptación tan fiel a la serie (comparte director y reparto) podría ser el motivo por el que la película, a pesar de ser seleccionada para el pasado Festival de Cine de Málaga, finalmente no entrase en competición. El film de BARROSO respeta la serie original y centra prácticamente toda la acción en casa de Nacho, por donde deambularán las mujeres más importantes de su vida, todas ellas atraídas a su casa con las más variopintas excusas que a Nacho se le van ocurriendo para una vez en su terreno tratar de engatusarlas y lograr su objetivo final: que alguien (y no él) le vuelva a solucionar la papeleta. El consecutivo desfile de su ex mujer (ahora abogada), su madre, su cuñada, e incluso una psicóloga, irá destapando al espectador, poco a poco, la personalidad de Nacho y su naturaleza embaucadora.

TODAS LAS MUJERES es el retrato de Nacho a través de las miradas de las mujeres que mejor le conocen. Es una película de actores donde guion e interpretaciones, fabulosas todas, se adueñan de la función. La manipulación de Nacho no tiene límite y recurrirá a las jugadas más moralmente deleznables para intentar salirse con la suya. Sólo una de las mujeres será capaz de hacer entender a Nacho que su vida, ausente de cualquier conato de moralidad o ética, no puede seguir cimentándose con las ruinas y vergüenzas de sus seres más cercanos, personas que le han dado su amor y su confianza para acabar recibiendo lo único que Nacho sabe dar: miseria.

Es un verdadero lujo asistir al despliegue de talento interpretativo que atesora TODAS LAS MUJERES. Junto a EDUARD FERNÁNDEZ, que se va a pegar con DE LA TORRE por el Goya, todo el elenco femenino firma unas interpretaciones de primerísima división. MICHELLE JENNER, MARÍA MORALES, MARTA LARRALDE, PETRA MARTÍNEZ y NATHALIE POZA bordan sus papeles en el mejor ejercicio de interpretación colectiva que hemos visto este año. Todas, y cada una de las actrices, inmensas.

LO MEJOR:

• La DIRECCIÓN DE ACTORES de MARIANO BARROSO. Magnífica.
• Lógicamente, todas las interpretaciones. El reparto está al máximo. Una gozada.

LO PEOR:

• Nada. La recomendación es firme.

Alfonso Caro