Casi se nos olvida, pero no. El pasado martes 31 llegó a España la segunda temporada de The Magicians, emitida a través de Movistar+ en SyFy a las 22:00 h. Tras una temporada entretenida cargada de misterio, drama y un final que planteaba una necesaria continuación, el primer episodio nos ha dado respuestas y ha abierto los núcleos argumentales que comenzarán a desarrollarse en los siguientes capítulos.

Tal y como habíamos dejado la primera temporada, todos los protagonistas salvo Quentin Coldwater (Jason Ralph) estaban muertos o mutilados, tras una season finale que sorprendió a los seguidores de la serie por dar un «giro macabro e inesperado a los acontecimientos». Pocos días después se confirmó la segunda temporada, ante la cual surgieron muchas preguntas entre los fans, como qué pasaría con Alice (Olivia Taylor Dudley), Eliot (Hale Appleman), Margo (Summer Bishil) y (las manos de) Penny (Arjun Gupta). Todo se resuelve en las primeras secuencias del piloto de esta nueva temporada, dando protagonismo, cómo no, a la magia, y justificando que estén vivos a través de ella. Al principio puede parecer forzado, pero si nos revisionamos el último episodio y la explicación que Alice da en este, tiene sentido que sigan vivos.

En una línea paralela, vemos a la traidora Julia (Stella Maeve) aliándose con un hombre que nos hace ver el cambio más radical que ha sufrido un personaje a lo largo de lo que llevamos de serie. Tras los sucesos traumáticos de la última temporada y sus deseos de venganza, podemos llegar a entenderla, pero sus acciones se tornan tan oscuras como las de los antagonistas, haciendo que se convierta en un personaje siniestro, que en cada capítulo pierde más humanidad. Esto se refleja muy bien en las escenas que protagoniza, donde la fotografía adquiere una tonalidad más azulada que el propio tono de la serie, con un juego de contrastes más marcados y planos más cerrados que los que acostumbran a enseñarnos del grupo capitaneado por Quentin.

El 70 % del episodio se desarrolla en el mundo de fantasía Fillory, la cúspide a la que se aspiraba en la temporada anterior. Ahora se ha convertido en una cárcel para unos y en un tormento para otros. No hay más que ver cómo trata este episodio a los hombres y la especial relación que tienen con esta tierra mágica. Destacaríamos el humor que aporta Hale Appleman a través de Eliot, agridulce y sarcástico, y la unión casi fraternal que se ha creado entre los protagonistas respecto a la relación que tenían anteriormente.

Esta segunda parte continúa en la misma línea respecto a realización, fotografía y elenco (con la incorporación como personaje recurrente de Charles Mesure en la piel de La Bestia) y se adentra en temas más oscuros, convirtiéndose en una serie difícil de catalogar, que baila entre serie de adolescentes y magia para mayores de 18 años.

La temporada acaba de empezar y los dos hilos argumentales principales (Quentin y su grupo frente a Julia y La Bestia) parece que irán por caminos diferentes pero en paralelo, lo que permitirá que nos adentremos en una fantasía que, por momentos, será más siniestra. Y eso nos encanta.

Cristina Domínguez