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THE GIRLFRIEND EXPERIENCE: LAS LIBRES ESCLAVAS DEL CAPITALISMO

Si hay un tema que divide al feminismo en posiciones radicalmente opuestas es la prostitución. Lógicamente, la trata de seres humanos es rechazada de forma mayoritaria, pero la prostitución ejercida desde la «libertad» (lo entrecomillamos porque es justo este término el que provoca división de opiniones) no acaba de poner de acuerdo a quienes defienden el modelo sueco (abolicionistas) y a aquellos que creen que esa posición es paternalista y poco efectiva (no abolicionistas).

Sin entrar de momento en debates morales, se nos presenta The Girlfriend Experience, la nueva apuesta de Starz que estrena Canal Plus Series Xtra esta noche (23:30) con doble episodio. Christine (Riley Keough) es una estudiante de derecho que, a su vez, trabaja como becaria en una multinacional y decide ejercer la prostitución para ganar un dinero extra. Su amiga Avery (Kate Lyn Sheil), que ya cuenta con algo de experiencia, le ayuda a introducirse en el mundo de las escorts de lujo. En lugar de ofrecer servicios sexuales a muchos hombres, establecen relaciones periódicas de mayor proximidad con unos cuantos clientes, de ahí el título de la serie.

The Girlfriend Experience El Palomitrón

Sin embargo, The Girlfriend Experience (basada en la película homónima de Steven Soderbergh, que aquí ejerce de productor ejecutivo) es tan gélida que llega a incomodar. La fotografía es oscura y consigue enturbiar más un ambiente ya siniestro de por sí. Que la empresa en la que trabaja como becaria, pese a los grandes ventanales del rascacielos, esté iluminada también de forma tenue dice mucho de la posición que Amy SeimetzLodge Kerrigan (Homeland), creadores de la serie, adoptan respecto al tema. Christine es una mujer sometida al capitalismo patriarcal de día y de noche. Pero en el segundo caso gana más dinero.

https://www.youtube.com/watch?v=glMRNntS8DQ&nohtml5=False

Tanto el tema de la prostitución, que siempre resulta interesante, como las interpretaciones y la atmósfera hacen que los capítulos, de apenas media hora, resulten totalmente hipnóticos. De momento, la serie cuenta con el favor de la crítica estadounidense y ha conseguido que nosotros sigamos echándole un ojo a los once episodios restantes de la primera temporada.

Fon López

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He crecido viendo a Pamela Anderson correr a cámara lenta por la arena de California, a una Carmen Maura transexual pidiendo que le rieguen en mitad de la calle, a Raquel Meroño haciendo de adolescente con 30 años, a Divine comiendo excrementos y a las gemelas Olsen como icono de adorabilidad. Mezcla este combo de referencias culturales en una coctelera y te harás una idea de por qué estoy aquí. O todo lo contrario.