Pocas series de televisión superan los mil capítulos. DORAEMON es una de las longevas y por tanto hace historia en el mundo de la animación japonesa y también mundial. Ya hace veinte años que llegó la serie a España. Con ésta son nueve las películas que se han hecho del anime, pero la presente es la primera en 3D CGI.
Los niños de varias generaciones conocen la trama: Doraemon es un gato robot que ayuda a Nobita, un niño bastante patoso en su día a día. Gracias al despliegue de gadgets del gato cósmico, el chaval puede salir adelante ante los problemas.
En el argumento de la película, Nobita recibe la visita de Sewashi, otro niño que dice ser su tataranieto, que viene del futuro, donde las desgracias acontecen en el porvenir a Nobita y su futura familia. Para solventar tal tragedia, Sewashi le presta a Doraemon para dar antes con la solución. Otra cosa es que cómo se las gaste el gato con el niño.
La cinta se basa en la relación entre los dos (irá in crescendo, por supuesto) y en la evolución del chaval y en su madurez. El gato le obsequia con aventuras por doquier que cualquier niño –y adulto- desearía: viajes por las nubes, volar, hacerse invisible, comer rebanadas de pan con la lección escrita y así aprenderlas, placenteras venganzas ante sus adversarios Gigante y Suneo, unos conocidos de la saga. Y (tampoco podía faltar) la fuerza para declarar sus sentimientos hacia Shizuka, su amor platónico.
La lectura de STAND BY ME DORAEMON es muy clara y va acorde con lo que preconizaba la serie: enseñar a un loser con el que el público puede empatizar. Nobita no es ningún héroe, es bastante torpe y las cosas no le salen bien. Normal que el pobre Doraemon a veces se desespere por la serie de catastróficas percances que suceden cuando le quiere ayudar. Pero normal también es el lazo tan fuerte de amistad que se abre entre los dos (de ahí el título). Doraemon representa la fuerza que todos los nerds hubieran querido.
Como el cometido que tiene es arreglar el futuro, los viajes al mismo se van a dar, algo que siempre da juego en la ficción. Allí va para buscar algo que puede ser la solución a todos los problemas: el amor. Porque allí estará su yo futuro detrás de Shizuka para pedirle matrimonio.
El 3D CGI hace más atractiva la animación para cine, pero respetando el dibujo original, cuidando los detalles siempre tan redondeados y afectuosos.
Además de la enseñanza que muestra la película, sin pretensiones de dar lecciones, hay otra advertencia interesante: nunca hay que forzar la situación, algo que Nobita hace constantemente. El gato protagonista sigue igual de generoso y sonriente como siempre: atiborrándose de los pastelitos dorayakis, sufriendo por las meteduras de pata de su “amo”, y sus ojos siguen expresando literalmente todos sus sentimientos.
También están Suneo y Gigante haciendo de las suyas, y también Dekigusu, un niño trabajador y estudioso que se lleva muy bien con Shizuka, lo que a Nobita le traerá de cabeza.
Las voces de los personajes siguen intactas mientras que a Nobita y Shizuka adultos en castellano cuentan con las voces de ALASKA y MARIO VAQUERIZO ¿Es la elección más acertada? Quizá no, pero en su pequeña intervención saben qué tono han de dar a sus personajes.
El final se alarga mucho y parece tener varios puntos finales. Pero STAND BY ME DORAEMON es una cinta de niños claramente, pero los padres no se aburrirán. Su trama y hora y media es asequible para todos. Porque Nobita empatiza con el personal, sea cual sea la edad de este. Entretiene y es una opción más que adecuada para las fechas.
LO MEJOR:
- Da lo que promete, entretenimiento asequible para niños.
- Su cercanía con el gran público.
LO PEOR:
- No ofrece novedad respecto de la serie.
- El final se alarga demasiado.
