NETFLIX NOS DEVUELVE LA FE EN DAREDEVIL
Las adaptaciones a la pequeña y gran pantalla de los cómics sobre superhéroes existían antes del universo Nolan. Sin embargo, no todas ellas se pueden codear con las grandes producciones a las que hoy en día nos tienen acostumbrados los de Marvel y DC. En los inicios del milenio, Ben Affleck (Perdida) se enfundaba el traje de cuero rojo para dar vida al justiciero invidente creado por Stan Lee, Daredevil. El resultado fue unánime: los espectadores también quisimos ser ciegos.
Netflix se ha propuesto un lavado de cara para este superhéroe y ha propiciado este más que notable resurgimiento de sus cenizas. Con un tono más oscuro y violento, actores casi desconocidos (o al menos, no de fama mundial) y calidad técnica en 13 dosis de 60 minutos, el héroe del cuero rojo ha venido para salvar Hell’s Kitchen de la destrucción.
1. El héroe, el villano y las gentes de Hell´s Kitchen
De dar vida a Matt Murdock/Daredevil se encarga Charlie Cox (La Teoría del Todo), cuyo trabajo ha sido loado por activa y por pasiva, pues su interpretación de invidente es muy creíble. El manejo de la mirada perdida con un rostro expresivo y el buen uso de su cuerpo, tanto en su rol de abogado como de justiciero, confieren un conjunto perfecto; se suma a ello su presencia física y acento americano cincelado a las necesidades de su personaje.
Junto a él, su inseparable amigo y socio, Nelson ‘Foggy’ (el actor Elden Henson, al que hemos podido ver en Sinsajo Parte I), además de dos damas con más arrojo y presencia de lo que suelen tener las damiselas de los héroes: Karen y Claire, interpretadas ambas magistralmente por Deborah Ann Woll (Ruby Sparks) y Rosario Dawson (Trance).
La importancia del personaje de Urich, el periodista interpretado por Vondie Curtis-Hall (Romeo + Julieta), viene estrechamente ligada a la propia némesis del héroe, Wilson Fisk/Kingpin, al que da vida, con una presencia aterradora, Vincent D’Onofrio (Jurassic World). Todos ellos nos ofrecen unas magníficas interpretaciones que ayudan a no desconectar de la trama, a querer visionar esas 13 horas de primera temporada de una sola vez y sin resuello.
2. Los orígenes de Daredevil
Mostrar los orígenes de un superhéroe suena tentador, pero no siempre funciona: del experimento puede salir un producto largo y denso, con demasiadas explicaciones o momentos de debate interno que no aporten más allá de conceptos éticos y filosóficos. Sin embargo, esta serie nos presenta un doble origen planteado en dos planos temporales paralelos.
Por un lado, nos presenta el justiciero, a tiempo real; por el otro, mostrado a través de flashbacks, nos permite conocer el porqué de su ceguera. Ambos son esenciales para entender a Matt Murdock, el abogado, pero también para concebir a Daredevil en un barrio como Hell’s Kitchen, peligroso de por sí incluso para quienes cuentan con sus cinco sentidos.
Pero no solo Murdock es esencial en esta historia: los orígenes de Wilson Fisk son la contraposición perfecta, la cara y la cruz de un mismo barrio, interesante reflexión sobre la determinación que imprime en un carácter el proceder de un determinado lugar.
3. La cuna del diablo: Hell´s Kitchen
Aquí, los orígenes son la esencia del personaje, pero también de sus circunstancias e incluso de sus males. El barrio neoyorquino de Hell’s Kitchen tiene en esta serie (y en el cómic, por supuesto) una presencia casi tangible que determina no solo a los personajes, sino también sus acciones y posteriores consecuencias.
Y es que todo ocurre en ese barrio, todo empieza y acaba en la misma manzana y, aunque de diferente manera, justiciero y villano quieren lo mismo: cambiar Hell’s Kitchen, aunque el uno no comparta la metodología del otro. Ambos persiguen el deseo de querer cambiar el lugar de sus raíces para dar un mejor sentido a sus vidas, en el fondo vacías, y carentes, en cierto modo, de sentido. No hay luz sin oscuridad, ni bondad sin maldad y este barrio da para todo: es un pequeño universo en tinieblas, de cuyo interior asoman pequeños rayos de luz.
4. Series de calidad con técnicas de calidad
Hoy en día, una buena serie no es tan buena si su cabecera no es trascendental para su historia. Atrás quedaron las cabeceras donde primaba el nombre de sus protagonistas: ahora lo importante es poner todo el talento en esos dos primeros minutos, en los que la estética y la melodía tengan un significado para la historia que nos van a contar. Dos minutos que no nos cansamos de ver y que visionamos en cada episodio como si asistiéramos a un ritual. Nadie es capaz de ver True Detective, The Affair, Juego de Tronos o El Ministerio del Tiempo saltándose la intro. Pecado.
La pintura roja conforma, sobre un fondo del mismo color, diversas figuras esenciales en la trama de esta serie: la figura de la justicia, el icónico tanque de agua de Hell’s Kitchen, una iglesia y diversos edificios de Nueva York se suceden hasta llegar a la figura del diablo del cuero rojo. La plasticidad de esta introducción viene acompañada por la melodía del compositor John Paesano (El Corredor del Laberinto).
Además, esta serie presenta unos recursos técnicos acordes al nivel del guion y las interpretaciones. Destacamos el plano secuencia del segundo episodio, donde el superhéroe en cuestión entra y sale de diversas puertas para acabar con una panda de malhechores que tienen secuestrado a un niño. La calidad técnica de este plano secuencia no reside tan solo en perseguir al actor, sino en justamente lo contrario: que la cámara espere en un pasillo a que el personaje termine una pelea fuera de cuadro y vuelva a su encuentro, al salir de la habitación. El resto de las escenas de lucha no se quedan atrás, ya que están perfectamente coreografiadas y adaptadas a la invidencia del personaje principal.
5. La nueva y esperada temporada
El creador Drew Goddard (Lost) y el showrunner de la serie, Steven S. Deknight (Spartacus), han puesto el alma y sus cinco sentidos en esta nueva visión de Daredevil. Su primera temporada es un trabajo perfecto que ha ganado y sigue ganando muchos adeptos. Su nueva temporada contará con personajes icónicos como Elektra o Punisher, interpretados por Élodie Yung (G.I.JOE: La Venganza) y Jon Bernthal (Shane en los inicios de The Walking Dead), respectivamente. ¿Conseguirán sorprendernos en la siguiente temporada? En abril de 2016 lo sabremos.
Lorena Rodríguez