De entre las muchas cosas que hay que agradecer a PEDRO ALMODÓVAR es que nunca da gato por liebre. El tráiler resume perfectamente el espíritu de la película, que en el fondo es ese mismo tráiler ampliado durante 90 minutos. El largometraje es una sucesión de conversaciones y situaciones donde el universo almodóvar se compila, se comprime, pero no acaba de implosionar, y esto es porque el director manchego intenta recuperar su comedia más celebrada, y no hablo de transgresión o provocación (PEPI, LUCI, BOOM Y OTRAS CHICAS DEL MONTÓN, QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO) sino del vodevil y la humanización de personajes límites (MUJERES AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS, TODO SOBRE MI MADRE); intento que a mi juicio fallido ya que prácticamente todo el humor de LOS AMANTES PASAJEROS se centra en dos conceptos que se me antojan muy facilones: el mundo gay retratado en su vertiente más “loca” y el sexo. Ambos conceptos siempre funcionan, sí, pero están ya muy trillados y no sorprenden como lo hacían hace 15 años.
ALMODÓVAR utiliza un avión como plató para presentarnos un ir y venir de celos, calentones, alcohol, drogas, y sexo en el que se ven implicados la tripulación y el pasaje de primera, que parece que da más juego que los que viajamos en turista, seres más grises que el director convenientemente pone fuera de combate desde el primer minuto. Mientras el director se esmera con los tripulantes de cabina, la apuesta clara del filme, los pasajeros funcionan como complemento, y finalmente como cómplices de los primeros.
Es interesante distinguir como la mitad de la sala se muere de risa con situaciones que ya hemos visto muchas veces, mientras la otra mitad de la sala permanece en silencio. Ésta vez me ha tocado al lado un tipo que ya se estaba riendo hasta con el anuncio de Coca-Cola (no exagero), y tanto se reía durante toda la película que hasta me he sentido un bicho raro en algunos momentos. Esto es Almodóvar, ésta vez no hay término medio.
Los aspectos técnicos y el guion son muy discretos, aunque es de alabar la magnífica dirección de actores que vemos en pantalla. En esto PEDRO ALMODÓVAR es un genio, no tiene rival. Todo el reparto está al máximo. RAÚL ARÉVALO y CARLOS ARECES están soberbios, JAVIER CÁMARA y LOLA DUEÑAS extraordinarios como siempre, sólo por verlos actuar a todos así de bien, ya merece la película.
LOS AMANTES PASAJEROS es una película fácil para el manchego, se me antoja como un pequeño receso antes de abordar proyectos más complicados y personales, una reunión de amigos (como ya hiciera STEVEN SODERBERGH con sus tres OCEAN´S) en la que PEDRO ALMODÓVAR se rodea de su gente (ALBERTO IGLESIAS vuelve a conducir la música y David Delfín diseña el vestuario). Con éste filme ALMODÓVAR regala a sus fans la comedia que le llevaban pidiendo más de 10 años, pero lo hace sin esforzarse mucho, dejando que sean los actores los que saquen adelante el proyecto. Lo que se autorregala el director es un balance financiero bastante atractivo si comparamos el dinero invertido en la película, con lo que va a recaudar.
LO MEJOR:
- TODOS LOS ACTORES, en especial RAÚL ARÉVALO, ARECES, y LOLA DUEÑAS.
- La gente que disfruta del humor gay, no parará de reir.
LO PEOR:
- EL GUION. No existe.
- La película se centra tanto en el humor gay más “loca”, que deja sin opciones al público ya cansado, o que nunca ha disfrutado con las gracias de ésta naturaleza.
