Como si de una máquina del tiempo se tratase nos trasladamos al Reino Unido en pleno año 1940. Nos situamos en los días más complicados para el que fue en esa época el primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill. De esto es de lo que habla el último trabajo de Joe Wright. El director nos brinda una visión totalmente diferente a la que nos suelen dar cintas de este tipo y nos trae en El instante más oscuro una destacada y brillante metamorfosis brutal del intérprete Gary Oldman. Un filme con dos premios Oscar, dos Bafta y un Globo de Oro.

La cinta ha sido uno de los referentes de esta temporada, y como no podía ser de otra forma, gracias a Universal Pictures ya la podemos encontrar a la venta en DVD y Blu-ray, para disfrutar de esta historia y sus extras.

LOS EXTRAS 

• Dentro de El instante más oscuro

Claqueta y acción: Nos adentramos en la película, en el interior de su rodaje. En este apartado, el equipo nos sitúa en el contexto de la cinta (como ya sabemos, es una película basada en hechos reales en el año 1940, cuando Churchill fue el primer ministro, exactamente las cinco semanas más cruciales de la civilización y de la vida de Churchill). Esto sucede a la par que el director Joe Wright va comentando las imágenes del rodaje de la película mientras estas aparecen.

Además de hablar su director en los extras, aparece su protagonista, Gary Oldman, comentando lo que ha supuesto para él este papel: «Hay trabajos en los que te emocionas cuando piensas por qué decidiste hacerlos», dice Oldman. Su director reconoce que «Oldman fue un gran colaborador para llevar el trabajo a la gran pantalla y transmitírselo al público». Junto a que «la oportunidad de trabajar con Oldman me atraía mucho», afirma orgulloso. Otra de las figuras que no podía faltar comentando el filme es la de su guionista y productor, Anthony McCarten.

Wright aparece analizando los personajes, unas figuras que puntualiza que existieron en la vida real, y también dan su punto de vista los propios actores que interpretan dichos personajes. Joe comienza hablando de Clemmie, la mujer de Churchill, interpretada por Kristin Scott Thomas. La actriz afirma que «es una mujer extraordinaria, con ideas firmes de política». Oldman, por otro lado, habla de la química que surgió a la hora de trabajar con Kristin, además de pensar que «su Clementine es la mejor que he visto». En cuanto a su personaje, Oldman declara que «tener la oportunidad de interpretar a Winston Churchill es como la Navidad: vienes cada día y no te lo crees. Tengo mucha suerte y soy muy afortunado de hacer esto».

Wright también habla de una de las figuras más relevantes, la de Elizabeth Layton, la secretaria de Churchill. Este es uno de los personajes a los que el director ha querido dar una gran carga en la historia, ya que gran parte de esta se cuenta desde el punto de vista de la joven, un papel interpretado por Lily James, que en palabras de la actriz, es «los ojos del público, de los jóvenes y los hombres». Una de las productoras, Lisa Bruce, afirma que es un personaje con muchos detalles y que escribía con la máquina de escribir como toda una profesional.

El actor Ben Mendelsohn, que interpreta al rey Jorge VI, dice que su personaje «tiene una gran energía». El director añade que es muy intenso.

Jacqueline Durran, la encargada del diseño de vestuario, comenta todo su trabajo en la película. Su trabajo consistía en poner una ropa anticuada acorde a la época londinense que se trata en la cinta. Aparte del fantástico trabajo de vestuario, la escenografía tenía que estar ambientada en ese mayo de 1940 en Londres; esa sala de guerra en la que pasan horas y horas en plena estrategia, y que además aparece en el 50 % de la película, tenía que ser similar a la real y causar una atmósfera claustrofóbica y de presión. En la película no falta detalle, desde los mapas con los alfileres marcando toda la estrategia dirigida por Churchill hasta la propia Cámara de los Comunes, donde Winston da el discurso clave de la película. Esta tuvo que ser construida para la ocasión por ellos mismos, ya que en la real les dejaban rodar, pero no sentarse en los asientos. Como curiosidad, se dice que para esa misma escena utilizaron alrededor de 450 extras.

En general, todo el equipo está más que contento con la dirección de Joe, y afirman que les pareció fantástica la idea del filme, y que además es un hombre que deja aportar ideas y que aporta sorpresas: «Si piensas que algo irá en una dirección, él te dará la vuelta y hará que vaya por otra, y la sorpresa funcionará bien. Trae un sentido real de la intimidad, de la humanidad y de las relaciones personales entre los personajes». En definitiva, «Joe Wright cuenta historias, pinta cuadros muy hermosos», dice contundente Lily James del director.

• Gary Oldman: Cómo convertirse en Churchill:

En este apartado nos adentramos en la transformación del actor en el protagonista de la película. Él mismo y sus compañeros hablan sobre cómo lo han visto y su correspondiente preparación.

La primera reacción de Gary Oldman cuando le propusieron interpretar a Churchill fue reírse a carcajadas, recuerda el actor.

«Gary es un metamorfo, y lo que requería esta película era una interpretación transformativa. Los dos queríamos ir más allá del icono de Winston y llegar hasta el hombre», cuenta el director.

El actor comenta que se preparó el personaje recurriendo a libros y material de archivo, y que empezó a crearlo desde cero. Una experiencia que le pareció apasionante: «Fue muy divertido descubrir al hombre».

Gary tuvo que convencerse de que podría hacerlo; luego cogió uno de los discursos y empezó a experimentar: «No tengo nada que ofrecer sino sangre, trabajo, lágrimas y sudor», dice el discurso. Oldman le mandaba al director grabaciones de él mismo dando discursos, «y era muy raro», recuerda el director, «porque era como escuchar al propio Churchill».

Lily James confiesa que Gary Oldman es un actor que resulta irreconocible en cada papel. Hay cosas que son muy específicas de Churchill: la cadena del reloj, el anillo, las gafas, los sombreros… «Es lo más cerca que estaré de compartir habitación con Churchill», afirma entre risas Mendelshon. «Churchill es alguien del que tenemos una idea muy clara, casi caricaturesca en nuestra mente; era un hombre muy brillante con muchas cosas bastante complicadas en su interior».

Por último, este extra analiza el maquillaje y las prótesis que han podido transformar, gracias al trabajo de Kazuhiro Tsuji, al propio Oldman en Churchill. «Gary no se parece en nada a Churchill y la proporción es diferente. Nos llevó mucho tiempo encontrar el aspecto adecuado y, a la vez, no esconder demasiado a Gary. Teníamos que poder ver la interpretación. Kazu consiguió darnos los ojos, la boca y la expresión de Gary, pero con la cara de Churchill», comentan Joe Wright y Anthony McCarten. Fue tan fantástica la transformación que reconocen que era surrealista aparecer por la mañana y ver a Winston Churchill, un hecho que cada vez era más impactante. Al director se le olvidaba totalmente que Gary llevaba maquillaje protésico cuando estaban rodando de lo real que era. Tanto que uno de los historiadores que participó en la peli vio fotografías de Gary como Churchill y se asombró pensando que eran del propio Churchill.

Con todo, solo podemos dar gracias a Joe Wright por mostrarnos la historia a través de su cine y a Universal Pictures Home Entertainment por traérnosla a casa.

 María Páez