FESTIVAL DE CINE EUROPEO DE SEVILLA. DÍA 2
El día ha comenzado con un pase vespertino, como ya nos tiene acostumbrados el festival, que nos hace levantarnos con fuerzas, pues la elegida para empezar esta segunda jornada es, sin duda, uno de los platos fuertes del festival en cuanto a renombre.
EL CUENTO DE LOS CUENTOS, del ya conocido en el festival MATTEO GARRONE (que ya compitió antes con GOMORRA o REALITY), es un fantástico acercamiento a los cuentos populares de antaño pero que se aleja de esa visión edulcorada y maniquea a la que nos tienen acostumbrados compañías como Disney. Las historias que aquí se relatan, basadas en el Pentamerón de Giambattista Basile, son grotescas, crueles y con cierto humor negro que la asemejan a la notable THE COMPANY OF THE WOLVES, de NEIL JORDAN, en cuanto que ambas tratan de explicar la realidad que nos rodea a través de la fantasía.
A las bellas postales que nos regala (sin duda el diseño de producción es el punto fuerte de la película) hay que sumarle la estupenda banda sonora de Alexandre Desplat y las buenas interpretaciones de todo el reparto. Lástima que la poca empatía que llegamos a sentir por los personajes y lo que les ocurre en sus historias arruine el buen sabor de boca que en el apartado técnico deja el filme.
Llega el mediodía y dejamos los cines de Cinesur MK2 Nervión Plaza hasta el Restaurante Abades de Triana, donde se dieron a conocer las nominaciones para los Premios del Cine Europeo conducidos por la EFA (European Film Academy), entre las que destacaron UNA PALOMA SE POSÓ EN UNA RAMA A REFLEXIONAR SOBRE LA EXISTENCIA, de ROY ANDERSSON, y LOBSTER, de YORGOS LANTHIMOS. Ambos directores han sido nominados también al premio a Mejor director.
Ya en el pase de tarde asistimos al estreno de EL TIEMPO DE LOS MONSTRUOS, de FÉLIX SABROSO, cuyo guion corrió a cargo de la fallecida y colaboradora habitual en su cine DUNIA AYASO. Una historia valiente y hasta cierto punto transgresora, sobre un director que, tras su suicidio planificado, encarga a su equipo que acabe una película. El filme nos deja un regusto extraño entre fallida (pues nunca estamos seguros de si nos encontramos ante un ejercicio de metacine como fue AMAR, BEBER Y CANTAR, la última película de ALAIN RESNAIS y con la que guarda no pocas similitudes), absurda (con la vista en lo trascendental, como INLAND EMPIRE de DAVID LYNCH, donde también hallábamos ese juego de roles interpretados), o mera tomadura de pelo hecha con un apartado técnico inmejorable, exceptuando la machacona y exasperante banda sonora que está presente en cada segundo de la película.
Sin embargo la tarde fue salvada por FROM CALIGARI TO HITLER, del crítico y teórico RÜDIGER SUCHSLAND que, partiendo del texto homónimo de SIEGFRIED KRACAUER, hace una indagación por todo el cine alemán de los años 20, pleno apogeo del Expresionismo y de autores consagrados como FRITZ LANG o F. W. MURNAU, pero que también tuvo otros grandes directores ocultados por la historia del cine y que, además, comenzaron a pronosticar el ascenso del partido Nazi. Todo un ejercicio de recuperación histórica de las imágenes que nos hará replantearnos mucho mejor aquellos años entre el final de la Primera Guerra Mundial y el crac del 29. Por si fuera poco, el propio director se encontraba presente para resolver las dudas y preguntas que habían surgido tras el visionado en un apasionante encuentro.
Para finalizar la jornada, una de las más esperadas: HITCHCOCK/TRUFFAUT, de KENT JONES (sin lugar a dudas la gran decepción del día). No podríamos decir que sea un mal documental (el tema ya de por sí es apasionante) pero Jones, en lugar de dejar hablar a los que de verdad importan, es decir, ALFRED HITCHCOCK y FRANÇOIS TRUFFAUT, se dedica a poner en primer plano a directores influenciados por estos y que cuentan las anécdotas mil veces sabidas, en vez de centrarse en las conversaciones que dieron lugar al libro EL CINE SEGÚN HITCHCOCK. Una verdadera lástima y que nos deja un sabor de boca amargo de vuelta a casa.
