¿Por qué tenéis que verla?
Más allá de que suponga la única película de la saga protagonizada por George Lazenby, lo cierto es que 007: Al servicio secreto de Su Majestad es un título que ha madurado de maravilla con el paso de los años, y supone uno de los visionados más gratificantes de la época clásica de la saga.
George Lazeby no solo hace un papel más que correcto (aunque hay muchas voces contrarias) como James Bond, sino que la cinta atesora las mejores secuencias de esquí de toda la saga, y su argumento es probablemente uno de los más maduros y profundos de la franquicia. El montaje y la excelente banda sonora, además, aseguran el entretenimiento.
Ideal para desterrar viejos prejuicios.
En nuestra memoria colectiva
No hay fan de la saga que no recuerde el momento. Ni lo hay que deje de maldecirlo. A los pocos minutos de contraer matrimonio Tracy, la única mujer que había conquistado el corazón del agente más seductor, muere tiroteada en un acto de venganza.
Bond pierde así el pasaporte a una vida normal alejada de villanos y difíciles misiones secretas. Bond pierde su oportunidad de dejar de vivir en la soledad del agente secreto.
El villano
Antes de despegar en popularidad con su papel en Los violentos de Kelly (1970) y su rol protagonista en Kojac, Telly Savalas infirió a Blofeld una personalidad única. Calculador, conversador, y sobre todo muy muy planificador, el actor compuso un villano más narcisista que maquiavélico cuyos planes perseguían su propio y exclusivo beneficio.
Se come a Lazeby, literalmente, en todas las escenas que comparten juntos.
El gadget
Para localizar a los ángeles de la muerte, Bond utiliza una cámara Minox B, efectiva y de bolsillo, para fotografiar un mapa. El dato curioso, y lo que nos gusta de este gadget aparte de su practicidad, es que realmente este modelo fue el usado por la mayoría de los espías occidentales tras la Segunda Guerra Mundial.
No hay Bond sin acción
Por su ritmo, montaje y acompañamiento musical, las persecuciones de esquí por las laderas de los Alpes son consideradas por muchos como las mejores de la saga. Una auténtica gozada que valoramos doblemente si tenemos en cuenta que la película ya tiene unos cuantos añitos.
Rodadas con mucha pericia técnica, algunos de sus saltos son muy espectaculares, y contiene planos aéreos realmente bellos y potentes. ¡Y una avalancha! ¿Alguien da más?
Demasié pal Bondy
En la primera persecución de la película en esquí, James pierde uno de sus esquís, pero eso no le impide seguir desplegando unas habilidades con una sola tabla que bien podrían asegurarle el pase a la final de algunos programas de televisión actuales. Perder un esquí mientras te persiguen no es más que peccata minuta para algunos…
007 Curiosidades
- Peter Hunt dio el salto a la dirección después de encargarse del montaje de Desde Rusia con amor, Goldfinger, Solo se vive dos veces y Operación trueno.
- El primer actor barajado para interpretar a Bond fue Roger Moore, quien tuvo que rehusar la oferta al estar ligado a la serie de televisión El santo.
- En un heraldo de armas de Su Majestad puede leerse claramente la frase The World is not enough («El mundo nunca es suficiente»), título de una de la decimonovena entrega de la saga.
- Con sus 140 minutos de metraje, fue la película más larga de la franquicia hasta la llegada de Casino Royale (144).
- George Lazenby era poco de perder el tiempo, y durante el rodaje intentó ligar con todas las integrantes de los ángeles de la muerte, sin mucho éxito para desgracia del actor. Quien mucho abarca…
- En el primer borrador del guion se pensó en incluir una escena de cirugía plástica que justificase el cambio de rostro de Bond, pero la idea se aparcó finalmente.
- En una de las primeras tomas de la muerte de Tracy, George Lazeby lloró tanto que los productores decidieron repetir la escena sin tanta lágrima para que Bond pareciese «más duro».
DiscoBond: su tema principal
A finales de los noventa, el dúo británico de música electrónica Propellerdheads ponía a bailar a medio planeta en las pistas de baile de las discotecas con su versión de este temazo que abría 007: Al servicio secreto de Su Majestad casi tres décadas antes.
Con potencia y contundencia, John Barry prescindió de las habituales voces famosas para componer una pieza orquestal que pasa por ser una de las joyas de la corona musicales de la saga.
Alfonso Caro
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