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PACO FOX: “A LA GENTE LE DA MIEDO EXPRESAR QUE UNA COMEDIA LE HA PARECIDO BUENÍSIMA”

Cinebasura - El Palomitrón«Cualquiera que quiera ver una comedia un poquito loca, experimental, con factores que nunca antes se hayan hecho en el cine, como por ejemplo anunciarla con insultos, tiene que ver esta película». Así es como presenta Paco Fox su primer largometraje, Cinebasura: La película.

Fox es un hombre al que le gusta y sabe (y mucho) del conocido como cine malo, el cine Z, el cine cutre. Entre otras de sus labores está la de ser uno de los organizadores de la CutreCon, además de ser conocidísimo por su programa web Videofobia y su espacio en Movistar Xtra llamado Cine Basura, los cuales consisten en comentar y analizar películas de bajo presupuesto, de esas que cuanto peor estén hechas mejores son. Paco, en este proyecto hecho por amor al arte, ha sido un hombre orquesta: ha sido director (junto a Miguel Ángel Viruete), guionista, productor, animador y actor. Si algo tiene Cinebasura: La película es la implicación de mucho esfuerzo, dedicación y trabajo con el principal objetivo de dar a conocer en la gran pantalla este género tan desconocido para la mayoría de espectadores, el cine basura, pero sobre todo para que la gente se ría y no se tome el cine tan en serio.

El Mono-Araña - El Palomitrón

Desde El Palomitrón hemos tenido el placer de pasar un ratito charlando en la tienda de cómics El Mono-Araña (uno de los escenarios del filme) con este gran profesional como es Paco Fox y una de sus compañeras, también protagonista del filme, la joven actriz Natalia Bilbao, a la cual ya hemos podido ver en largometrajes como Gernika o Poveda. Estos nos han contado esta aventura loca rodada en pleno mes de vacaciones de Paco Fox y que se viene gestando desde septiembre del 2015.

Paco Fox en El Palomitrón
Paco Fox

Antes de todo, enhorabuena por la película: no todo el mundo hace una cinta así y la consigue llevar a las salas.

P. F.: Gracias. La verdad es que me hubiese gustado más si la película hubiera sido más ambiciosa, pero como no somos tontos fuimos cortando, a medida que íbamos haciendo nueva versión de guion íbamos diciendo:

—El final con un monstruo gigante a lo Power Rangers

—Mmm no.

—Esta escena de acción… ¿y si la hacemos de dibujito animado?

—No, me parece a mí que no. Necesitamos dibujitos que se muevan poco.

Sí, ese ha sido más o menos el camino. El productor creía que iba a ser una cosa muy amateur, como en otros largometrajes como Victor Olid, Nacho Fio o las mismas películas que él había dirigido con Jesús Franco, que era básicamente un equipo reducido y al final se nos fue y me dijeron : «Paco, hijo puta, es la película de bajo presupuesto más cara que se podía haber hecho en España».

El guionista, Fernando Hugo Rodrigo, desconocía el cine Z, ¿verdad?

P. F.: Nosotros sabíamos que con la trama que habíamos pensado y una lista de referencias de chistes y cosas que parodiar la gente que le gusta el cine malo iba a tener ya sus raciones; el cine de serie B, de bajo presupuesto iba a tener sus cosas. Ahora vamos a ver si dentro de que la historia es muy loca, muy Colega, ¿dónde está mi coche?, muy Agárralo como puedas, que al menos haya una trama medianamente coherente y arcos de todos los personajes, que no sea muy oscura para que así le pueda gustar al público objetivo nuestro y a un poquito de más gente; no mucho, porque esto no intentamos que sea una peli de Antena3, pero que le pueda gustar a un poquito de más gente sí.

Nos ha gustado mucho el eslogan de «sabes a lo que vienes». Queríais avisar para que luego los críticos, o el público en general, no se quejase, ¿no?

P. F.: Sí, porque hay gente que no entiende que exista gente a la que le gusta ver películas malas y que tampoco entiende muy bien que, a pesar de tener una trama, es al fin y al cabo un festival de chistacos. Con el título de la película sabes que vas a ver una comedia pura 100 %, no una comedia dramática, aunque tenga una escena dramática (que no anticipamos para evitar spoilers), pero eso es porque el guionista me odia (ríe Fox) y me dice:

—»Paco interpreta».

—»Pues interpretaré».

¿Por qué te pusiste como protagonista del filme, además de ser director y guionista?

P. F.: Esto viene del programa Cine Basura de Movistar Xtra y de la webserie Videofobia que hacía con José Viruete, quien participó durante un breve periodo en el argumento de la película. La idea era que si la hacíamos la película, la hacíamos los dos y, si no, nos cambiábamos por actores, pero 24 horas antes de grabar el crowdfunding se retiró porque no se veía como actor. Se fue, pero yo quería que lo que fuéramos a rodar para el crowdfunding (la escena de los talibanes), que era un sketch independiente, luego lo pudiéramos utilizar para ahorrarnos un día menos de rodaje. Entonces al salir yo en esa escena y utilizarla, pues ya tenía que salir yo a lo largo de toda la película, pero luego para el coprotagonista cogí a un actor para que me acompañase.

¿Y qué tal? ¿Cómo te has visto?

P. F.: Está bien, está bien. Bueno, regular. Mucho está conseguido en montaje, pero la escena dramática no está mal. Hay algunas partes de la película están forzadas a mal: a nivel de interpretación, por ejemplo, la interpretación de Miguel Ángel Aijón es muy dibujito animado, por eso una latente referencia es Mortadelo y Filemón. Todo el mundo está un poco exagerado porque así es como funciona la comedia, pero sin pasarse demasiado. Natalia Bilbao está más tranquila; yo estoy más abajo. Luego hay planos que están rodados a propósito un poco mal, pero no tan mal para que eche para atrás. Es un término medio, sobre todo cuando nos metemos en la película mala, decirle al cámara: «Déjame mucho aire» o «No encuadres del todo bien», pero no tan mal hecho. A nivel subconsciente que estuviera mal. Si hacemos durante toda la cinta chistes de la mala técnica cinematográfica, es decir, del fallo de raccord, del sonido, del mal encuadre de los planos, etc., puede cansar mucho, por eso lo hemos concentrado en el principio del segundo acto. No queríamos romper mucho la cuarta pared; queríamos que el público se olvidara un poquito porque, por ejemplo, teníamos una idea, la de yo ir al servicio bajarme la cremallera y cuando fuera a orinar, no me la había bajado, porque no hay raccord y entonces me meo encima. Pero ese chiste para la acción… aparte de que era muy complejo a machacar. Mi favorito, que no pusimos, es el de: «¿Ves este donette? Pues es la cantidad de cine cutre que hay en el mundo actualmente».

Nadie puede decir que se ha aburrido con la película; que se ha agobiado sí, pero aburrido no, hemos ido a un ritmo muy bestia.

La escena del videojuego, que es espectacular, ¿cómo surgió?

P. F.: Surge de una de las versiones del guion había dos escenas y media de acción: la de los zombis, la del bar y la del final. Entonces la de animación del videojuego estuvimos a punto de quitarla por falta de tiempo, pero yo no quise. Contacté con Ángel Codón, que trabaja en Piroestudios, y se lo propuse, y modificó un poco el guion; además, lo hizo como una aventura conversacional. Es suya la idea de que cuando el personaje dé patadas, salga el menú.

Vuestro objetivo, aparte de dar a conocer este tipo de cine a más gente, será que el público se divierta, ¿no? 

P. F.: Sí, básicamente va de eso. La moraleja es la de que no tomarse el cine muy en serio, y me refiero a que no hay que enfadarse si no te gusta una película, ni pelearse si hay alguien a la que le gusta una película diferente a la que a ti te gusta. Yo esto lo aplico a todo en la vida. No te enfades porque otro haya votado a otro partido diferente al tuyo; tómatelo todo un poquito a la ligera. Si no nos enfadáramos por las cosas el mundo iría un poquito mejor, si intentáramos comprender al otro. Yo lo intento comprender y no le digo: «Eres subnormal, porque esto es un coñazo». También pido a la gente que le gusta el cine un poquito más hard brow que intente comprender a la gente que le guste el cine más guerrillero. Un poco de comprensión, amor. Yo quiero amor y que la gente se ría; quiero meterme a la sala y ver que tres personas se ríen con la película, y ya soy feliz, que es lo que vi en la CutreCon y en el Festival de Sitges.

En el pase de hoy en Madrid en los Cines Verdi, ¿qué has visto?

P. F.: Justo estaban entrevistándome, pero tenía a mis espías y dicen que alguna vez se rieron. Aunque la crítica es un público más duro y no necesariamente target de este tipo de películas. El humor es algo profundamente subjetivo, es muy difícil que tú a alguien le digas qué buena es Million Dollar Baby (por decir una de las pocas pelis que a mí me ha hecho llorar) y no creo que nadie te diga lo contrario, es muy difícil. Pero con una comedia puedes decirlo: por ejemplo a mí no me hace gracia El Gran Hotel Budapest. Tienes más miedo a decir en las redes sociales: «Me he descojonado con Cuerpo de élite« porque te van a decir: ‘Eso es humor localista, vaya mierda'». Pero la peli es buenísima, muy divertida, solo que a la gente le da miedo decirlo porque si no, le dan.

Por eso es más fácil decir que ha sido buenísima una road movie de Sundance, que tampoco aporta nada pero que habla de otra cosa, que ver una peli mala arriesgada de comedia. Parece que la gente va al cine no para disfrutar, sino para ver lo que dice luego en las redes sociales, y eso es un pequeño coñazo. Por eso voy a romper una lanza por ir al cine a ver comedias y terror e incluso las más culturetas. Porque un thriller lo ves en tu casa igual de bien, pero una de comedia necesitas la experiencia de la gente riéndose a la vez, de una de terror riéndose después del susto y de una cultureta no estar preso de un móvil, porque si no no te enteras. Eso es muy liberador. Voy a ver Manchester frente al mar, porque así lloro. No, hombre: resérvate también para las comedias. Si no dime qué es Guardianes de la Galaxia Vol. 2 si no es la comedia más popular del año.

Creemos que este tipo de cine (el cutre) se asemeja al cine de terror, en cuanto a que la gente, a la mínima, dice que es muy malo.

P. F.: El cine de terror que no sea el de James Wan y el de Blumhouse lo tienen muy difícil para estrenarse en salas. Hay excepciones como la de The Void, que va a estrenarse en sala (pero tarde). Y a ver cómo lo consiguen con un distribuidor independiente cuando la gente no acude a las salas. Luego Sitges y la muestra Syfy están llenos, pero la ponen en el cine y la gente prefiere ver Wonder Woman ese fin de semana que una pequeña de terror. Déjame salir, por ejemplo, ha salido muy bien, aunque de terror tiene poco.

¿En qué cines se va estrenar Cinebasura: La película?

P. F.: En Madrid, Barcelona y Valencia seguro, y veremos si en Sevilla, es decir, vamos con grandes núcleos de población, pero también contamos con la plataforma Youfeelm para que la gente de Lugo, por ejemplo, haga una especie de crowdfunding, alquilen un espacio y puedan disfrutarla. Es una especie de cine bajo demanda. La gente lo hace con Los Goonies, que es lo que quieren volver a ver en la gran pantalla, pero también se puede hacer con esa pelis de estreno. A finales de agosto saldrá en DVD.

¿Cómo conseguisteis a las personas que hacen cameos en Cinebasura: La película?

P. F.: Los cómicos, en general, fue cosa de nuestro director de casting, Juan Pérez, que tiene mucha amistad con cómicos, y de ahí sacó a Agustín Jiménez, a Kikín Fernández, a Fernando Moraño, a Richard Salamanda, a todos los cómicos de stand up de la serie de Comedy Central. La periodista Marta Reyero es amiga mía y Amanda Miller vino a mi programa Cine Basura y se lo propuse. Amigos todos.

¿Hay mucha improvisación en la película?

P. F.: Sí, de Marta Reyero y de Agustín Jiménez, y míos, pero porque tengo muy mala memoria y me iba inventando los diálogos. Me ponían el guion en el suelo y no me lo aprendía porque iba de un plano a otro, lo leía rápido y lo soltaba como Dios me dio a entender. En general, había mucha libertad para plantear.

¿Pensasteis desde el principio hacer un crowdfunding?

P. F.: Sí porque Antena 3, Telecinco o TVE no van a financiar una peli con estas características y sin Arturo Valls de protagonista. No hay ninguna película que se permita parar la película y meter una escena de conducción por hacer un chiste en pantalla.

¿Cómo recuerdas el momento en el que superasteis el objetivo?

P. F.: Con mucho temor, pero Miguel Ángel, el codirector, se puso muy feliz, porque fue el que hizo la estrategia del crowdfunding. Yo he producido más en este sentido.

¿Qué es lo mejor: ser director, guionista, actor o productor?

P. F.: Lo mejor es escribir, crear la historia, los personajes, los chistes. Producir sería divertidísimo, buscar el equipo adecuado si tuvieras dinero, pero si tienes que ir pidiendo favores se pasa muy mal, y como actor horrible, porque no lo soy. Además, la gente está muy tensa porque no están cobrando por su trabajo, entonces tienes que ser actor, director, estar atento al guion y encima animador social, que es lo más duro de todo. El montador fue un profesional que contratamos.

Nosotros insistimos en entrar en el Festival de Sitges porque mola estar en Sitges, pero principalmente para que todo el equipo de posproducción tuviera claro que a finales de septiembre de 2016 tenía que estar la película terminada.

¿Qué te gustaría conseguir, además de abrir la mente al público en los diferentes aspectos antes comentados?

P. F.: Me gustaría que alguien de la película consiguiera trabajo gracias a la película, a mí me da igual, pero otro del equipo sí que me gustaría que lo encontrase y que no fuéramos los últimos de recaudación del año. Penúltima…

¿Sabrías decirnos una película que sea seria pero que haya salido mal y termina dando la risa?

P.F.: Prometheus: iba totalmente en serio, pero el guion, las motivaciones de los personajes… dices: «¿Qué demonios ha pasado aquí?». La Charlize corriendo recto con una rueda y le dices: «Tira para la izquierda o para la derecha». Esa peli es un desastre. Pero la de Alien: Covenant no opino todavía, porque no la he visto, pero en la cartelera actual no ha aparecido todavía un Dioses de Egipto que va totalmente en serio y te ríes, pero desde mi punto de vista depravado la aprecié. Jumanji, por ejemplo, está hecha mal a propósito, pero yo voy a ver la nueva de Los vigilantes de la playa digan lo que digan.

¿Qué le dirías a la gente para que se animasen a ver la película?

P. F.: Vayan a verla, porque cuando la hemos puesto la gente se ha reído y es mejor verla en compañía, sabiendo que son risas de una comedia muy chorra, muy estilo a Colega, ¿dónde está mi coche? Una comedia tonta. Si te gusta el humor de los hermanos Coen no vayas a ver esta película. Como dice el póster: «Sabes a lo que vienes». No queremos engañar a nadie y que digan al salir de la película: «¡Mi dinero! La subvención es mía, en esto se lo gastan”. Pero no, Cinebasura no tiene subvenciones, pero alguien lo dirá seguro.

Después fue el turno de hablar con su actriz protagonista, la intérprete se encarnó en la joven heroína y luchadora Topanga: Natalia Bilbao (N. B.).

¿Cómo te embarcaste en esta historia? ¿Habías visto algo de cine cutre?

N. B.: Había visto algún trozo de alguna peli chunga buceando por Youtube y dices: «¿Pero esto qué es?» Pero para nada. Cuando me hablaron de la peli tuve que leer e investigar porque no conocía nada del cine basura ni Videofobia. No conocía ni a Paco. Yo entré en el proyecto gracias al director Norberto Ramos del Val (Amor tóxico), que es muy amigo de Paco y me recomendó, y gracias a él estoy aquí y en la pantalla. Yo soy muy outsider del mundo freak, y esto lo he utilizado para decírselo a la gente, para que no tenga miedo a ver la película, a no entenderla. Lógicamente hay gags que son para los eruditos en el género, pero para los demás son cosas muy visuales y chistes muy asequibles.

Entre tus trabajos no habías hecho antes nada de este estilo, ¿verdad?

N. B.: Todo lo que he hecho han sido dramas. De hecho, ahora quiero hacer monólogo, porque me parece aterrador y es muy difícil hacer reír. Realmente Topanga no es un personaje gracioso; es el contrapunto, es la voz de la razón, la cortarrollos, la borde a la que yo di suavidad en mi interpretación, porque es como una feminazi y si no el público la iba a odiar.

¿Natalia se parece a Topanga?

N. B.: Tiene un punto de Topanga. No tengo tanta mala leche, pero me mola porque, en las pelis de acción, aunque ahora eso va cambiando, no había heroínas. Entonces, ¿qué referentes tienes tú como mujer? Yo tenía a Lara Croft, y era un imagen hipersexualizada de la mujer, con lo cual dije: «Qué guay hacer un personaje como el de Topanga, el cual pelea, se defiende, no necesita de nadie y sin ningún tipo de trama amorosa», ya que están hartos de que la mujer se enamore en las películas.

Como actriz, a la hora de interpretar con Paco Fox, que no es actor, ¿cómo fue la experiencia?

N. B.: Me daba cierto miedo, es lo que yo siempre digo. Cuando estás empezando, a pesar de tener ganas estás muy verde, pero hay códigos cinematográficos, actorales, maneras de moverte y tips que hacen que por eso los actores trabajemos, y no que cuando necesiten a un carnicero o a una psicóloga cojan a un carnicero o a una psicóloga de verdad. Hay gente que es capaz de parecer eso adaptado al cine, porque es un lenguaje que no es la realidad. Paco es adorable: solamente con ver cómo es como persona yo ya haría 80 películas con él, aunque no sea actor, y lo bueno que tiene es que es muy humilde: nos escuchaba, estaba muy atento… y como espectadora me encanta.

¿Cuando te propusieron el proyecto te lo tomaste como un reto más al ser un trabajo que iba a ser sin cobrar?

N. B.: Esto es una cosa peliaguda, porque lógicamente quieres que tu trabajo sea recompensado, nunca mola trabajar sin cobrar y no lo hago a no ser que sea un proyecto como este, en el que ves todo el trabajo, amor e ilusión que hay detrás, y como actriz te dan más libertad creativa. Y yo, al estar empezando, no me importa hacer esta concesión, porque estoy empezando y merece la pena, porque sé que me va a beneficiar. Yo tenía miedo con esta película (no sabía si les iba a encantar o si la iban a odiar) y hasta no ver el resultado final tenía pavor de incluso no dormir.

La gente parece que quiere ir al cine a ver dramones o peliculones y si ven una película cómica y no les gusta se enfadan

N. B.: Sí, y es una pena; además, es lo que defiende la película. Tú puedes disfrutar de ver un filme muy profundo con mucho mensaje y luego ponerte algo tipo Transformers o Apocalipsis zombi y no es ni peor ni mejor, y no eres ni más ni menos cinéfilo. Hay momento para todo. Yo me he formado en Londres en teatro aprendiendo Shakespeare y que dices: ¡Oh, qué purista! Y luego también he hecho teatro físico en un teatro de un barrio muy chungo de Bilbao, en una sala en la que apenas teníamos luz. Eso no me hace más ni menos actriz, ni más o menos profesional.

¿Cómo has visto la respuesta de la gente?

N. B.: En Sitges estuve en shock al verme y vi 80 000 fallos, y en la CutreCon el montaje fue diferente, y me ha gustado más. La recepción en general fue buena. Mi madre fue a verla a la CutreCon y es totalmente ajena, 30 km más allá que yo de este género, y la disfrutó. Es una película de la que sales con buen rollo. Igual no has aprendido, pero te has divertido, y eso para mí como actriz y como espectadora es lo que más me gusta.

Queremos que nos comentes la escena del videojuego

N. B.: Debo reconocer que en Sitges me aburrí, pero todo el mundo la adora. Claro yo soy millennial: he jugado a la Play, al GTA, estoy acostumbrada a todo muy rápido, al Pokémon, a la Game Boy Color… y a eso le sumamos que soy muy impaciente. Pero, sin duda, esa escena es espectacular, y todo el mundo la resalta: es la ESCENA de la película, y creo que si se recuerda será por eso. ¡Yo aluciné al verla!

¿Te ha picado el gusanillo para ser futura espectadora del cine basura?

N. B.: Sí. Además, tengo pendiente ver Troll 2, Manos… todas las referencias que aparecen en la película, y quiero abrir este camino con esas en el cine Z.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

N. B.: Ahora estoy con dos proyectos en teatro y con dos pilotos de series de televisión (una en inglés y otra en español).

Y para terminar, ¿qué le dirías al espectador para que se anime a ver Cinebasura?

N. B.: Es una película muy entretenida, que no tiene una pretensión más allá de entretener. Sí que tiene (como todas) un mensaje que tiene que ver con la cultura de hoy en día. Hay gags y referencias visuales asequibles a todo el mundo. Al final son 90 minutos de diversión, de acción de un juego visual espectacular.

Ya sabéis, querido público: «Sabéis a lo que venís…».

 María Páez

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Periodista que considera que para ser una verdadera cinéfila tienes que ser una 007, con licencia para devorar todo el cine. Eso sí, prefiero quedarme atrapada en una cueva con Michael Myers, el payaso de It, Chucky, y la niña de El exorcista que en un palacio con princesas de cuento.