Nueve años desde que MARION VERNOUX no firmaba una película (A BOIRE, 2004). La directora francesa ha elegido la novela “Une jeune fille aux cheveux blancs” (la joven con el pelo balnco), de Fanny Chesnel, autora de la novela y co-guionista, junto a la directora, de MIS DÍAS FELICES.

MI DÍAS FELICES nos presenta a Caroline, una mujer que acaba de jubilarse. Lo que para muchos sería motivo de celebración, a Caroline sólo la reporta desorientación. Todo el tiempo del mundo por delante pero nada que realmente le inspire o llame la atención. La reciente pérdida de su mejor amiga y la monotonía de su matrimonio, un matrimonio que  hace tiempo entró en piloto automático y sólo es sustentado por el cariño y la costumbre. Ante esta situación, serán las hijas de caroline las que planifiquen su tiempo libre. Obsesionadas con la idea de que lo mejor para ella es estar entretenida y conocer gente nueva la apuntan a un centro de actividades llamado MIS DÍAS FELICES donde Caroline conocerá a un profesor de informática venticinco años más joven que ella, con el que mantendrá un idilio; algo que le devolverá la emoción, la pasión, las ganas de vivir.

Vértigo Films estrenaba recientemente la chilena GLORIA, una película que nos presentaba a una mujer cargada de energía y vitalidad, que encaraba su tercera edad con una postura batalladora, casi liberadora. El caso de Caroline no puede ser más opuesto, y aunque ambos personajes comparten muchas situaciones, la actitud ante la vida de ambas se sitúa en polos antagónicos. Caroline no está a gusto con su nueva condición, las actividades del centro MIS DÍAS FELICES le parecen carentes de interés alguno, en el mejor de los casos, y su vida fuera de ese centro está en manos de unas hijas convencidas de su papel como tutoras (y directoras) vitalicias del tiempo libre de su progenitora.

Su romance con uno de los profesores del centro la devolverá las ganas de vivir, sí, pero el precio será alto. Todo lo construido hasta ese momento amenaza con derrumbarse, lo que obligará a Caroline plantearse la situación y valorar si merece la pena dinamitar los cimientos que han soportado toda su existencia vital.

MARION VERNOUX se esfuerza por imprimir ritmo al conjunto, probablemente por los escasos 92 minutos que tiene para contar su historia. Esta aceleración en la exposición de las secuencias hace que la historia avance rápido aunque conlleva la presentación de algunas situaciones demasiado forzadas para que la trama siga un camino lineal, dejando de lado ese trazo necesario para entender algo mejor la conducta de los personajes. Sólo el personaje de Caroline parece estar bien esbozado, mientras que su marido o el propio joven que seduce a Caroline adolecen de un pelín de superficilidad en su tratamiento y en sus motivaciones.

MIS DÍAS FELICES, sin embargo, es un filme que merece mucho la pena descubrir para disfrutar con la interpretación de FANNY ARDANT, una institución en el país vecino, arropada por un destacable trabajo de fotografía en exteriores y una selección musical muy acertada, que insufla la dosis necesaria de vitalismo a lo que acontece en pantalla.

LO MEJOR:

• La interpretación de FANNY ARDANT, absoluta protagonista del metraje.
• Que este tipo de cintas sigan funcionando como vehículo de lucimiento para estrellas que aún se muestran con fuerza para mostrar y compartir su talento.

LO PEOR:

• Algunas situaciones parecen forzadas, metidas con calzador, para que la trama siga avanzando.
• Su comparación con otros productos de la misma naturaleza que han pasado por carteleras recientemente no la sienta nada bien.

Alfonso Caro