El Palomitrón

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FINALES DE TEMPORADA REDACTORES SERIES

EL ÉXITO DE EL MINISTERIO DEL TIEMPO

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Estamos en la era de las series y eso es un hecho que ya a nadie le pilla por sorpresa. En esta nueva concepción de ficción por entregas surgen nuevas plataformas y nuevos países de emisión, pero son actores tanto nuevos como conocidos los que elevan su caché saliendo en las series del momento.

Así fue como en el pasado febrero llegó a nosotros El Ministerio del Tiempo. La premisa era, cuanto menos, impactante: una serie de ficción española, protagonizada por Rodolfo Sancho (Isabel) y que versaba sobre viajes en el tiempo. Lo que nos ofreció el primer capítulo nos atrapó desde el primer minuto, algo esencial en una serie que juega con el tiempo.

Tras el fin de su primera temporada, hemos querido analizar los factores de su éxito tan inmediato y viral:

1. Repaso a la historia española

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El Ministerio del Tiempo ha sabido hacer buen uso de algunos momentos clave de la Historia de España tales como la Inquisición, el Barroco de Lope de Vega, la reunión de Hitler y Franco en Hendaya o la Movida madrileña. Y no solo ha documentado los capítulos con nuestra Historia, sino que además lo ha hecho, en muchas ocasiones, en clave de humor, algo difícil, pero muy bien logrado aquí y hecho desde el respeto. La propia Historia es una fuente bastante abundante para el trasfondo del guión y además, sirve para hacer un gran repaso de los aciertos y errores pasados.

2. La Historia como protagonista

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Muchas son las series basadas en periodos históricos concretos, lo que implica un estudio de los detalles y una minuciosidad a la hora de grabar, tan excesiva como necesaria. También han sido muchas las veces que se han cometido errores más que evidentes, al querer cambiar la Historia por el simple hecho de beneficiar al guión. El Ministerio del Tiempo posee un arma de doble filo: el propio tiempo. Respetar los diferentes momentos históricos en los que se encuadran los capítulos, no está reñido con la modernidad y los anacronismos, ya que al presentar personajes de diversas épocas son muchos siglos los que convergen en un mismo día de una época concreta.

3. Actores que se desdibujan en sus personajes

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Suele ser frecuente que un mismo actor desempeñe siempre el mismo tipo de papeles, lo que implica que la delgada línea que separa actor y personaje desaparece, haciendo que el espectador vea al actor y no al personaje. El buen hacer de los actores de esta serie, junto con un impecable guión que respalda cada uno de los movimientos de estos, consiguen que para nosotros solo exista Julián (Rodolfo Sancho), Amelia (Aura Garrido), Alonso (Nacho Fresneda), Irene (Cayetana Guillén Cuervo); el personaje siempre prima sobre el actor, manteniendo el interés del espectador por el desarrollo de las tramas personales, irremediablemente enlazadas con las tramas principales.

4. Osadía en el uso de recursos narrativos nuevos

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En cuanto a ficción española se refiere, estamos acostumbrados a unos recursos narrativos estándar y que no solo no sorprenden, sino que pasan totalmente desapercibidos. Sin embargo, los guionistas (Javier Olivares y Pablo Olivares, entre otros) han incorporado una serie de recursos que, pese a no ser nuevos, han sabido como utilizarlos. Recursos como utilizar un bucle temporal y revivir hasta tres veces el mismo día, algo así como un Día de la Marmota a la española (capítulo 4, Una negociación a tiempo) o presentarnos diversas épocas simultáneamente, gracias al uso de la pantalla partida (capítulo 7, Tiempo de venganza) al más puro estilo 24.

5. Detallismo

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Una serie de ciencia ficción implica, a priori, un desembolso en medios técnicos bastante importante. Sin embargo, el MdT (usemos las siglas que tan populares son ya en las redes sociales) suple esa «carencia» con una especial atención a los detalles como el vestuario, el nombre de los capítulos (en todos se hace una referencia al tema del capítulo e incluyen la palabra «tiempo»), personajes importantes y reconocibles de una época concreta o incluso en el número de las puertas (la puerta del último capítulo, que les llevaba a la Residencia de Estudiantes donde encontrarían a Lorca, Dalí y Buñuel, era la número 891, leído al revés es el 19 de agosto, madrugada del asesinato de Lorca). Detalles, a veces tan concretos, que pasan inadvertidos para unos y se convierten en certificado de calidad para otros.

6. Isabel la Católica haciendo un crossover

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Inmersos como estamos en la época de las series, el querer mantener un sello personal no implica tener que dejar de lado técnicas innovadoras y que funcionan muy bien entre el público. Esto ocurre con los crossover, momentos puntuales de una serie (ocurre también en otros ámbitos como los videojuegos o los cómics) en los que aparecen personajes de otra serie. En El Ministerio del Tiempo ocurrió con Isabel, la serie sobre la reina Católica interpretada por Michelle Jenner, que además proporcionó un momento muy curioso con Rodolfo Sancho, ya que este actor interpretaba a Fernando el Católico en dicha serie.

7. Humor atemporal en El Ministerio del Tiempo

Una de las cosas que más nos gusta a los espectadores de El Ministerio del Tiempo es su humor irónico y personal. Muchas han sido las risas que nos han robado a lo largo de estos ocho capítulos y que no podemos dejar de mencionar. Desde citar al personaje más famoso de Sancho Gracia, padre del propio Rodolfo Sancho, hasta recitar a Leño ante el mismísimo Lope de Vega interpretado por Víctor Clavijo). Pero, sin duda, existe un personaje que desata las risas en cada una de sus apariciones y ese es Velázquez, interpretado genialmente por Julián Villagrán (Fenómenos).

8. Una cabecera original

Lo más frecuente es que la cabecera de una serie enfatice quién actúa en la serie, quienes son sus protagonistas. Sin embargo, cada vez más se apuesta por una cabecera que haga referencias a la serie, como es este caso. Una intro minimalista, pero muy cuidada, en la que los personajes son simples sombras negras, aunque cada personajes es fácilmente reconocible. Acompañada, además, de una buena banda sonora a cargo de Darío González Valderrama. 

9. El tiempo es oro y más si hablamos de Twitter

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No podemos dejar de destacar la inmensa labor que se ha llevado a cabo a través delas redes sociales para la promoción de la serie, en especial la cuenta oficial de Twitter de la serie @MdT_TVE . La propia cuenta entrega un carnet virtual de ministérico a todo aquel fan que se lo pida. Así, cada capítulo emitido conseguía ser TT independientemente si la audiencia era la mejor de la noche. Pero en Twitter no acaba la cosa, también hay una cuenta oficial de Facebook, así como un Instagram.

10. Un cierre de temporada perfecto

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Como colofón de una temporada impresionante, han querido desarrollar en la trama la paradoja que representa la serie en sí, y esta es, que se trata de un Ministerio del Tiempo que no puede, ni debe, cambiar los hechos. No se puede salvar a alguien tan grandioso como Federico García Lorca, no se puede borrar la Inquisición de la Historia de España, al igual que no pueden utilizar el Ministerio para arreglar la vida personal de ninguno de ellos. Así, ese último y lorquiano capítulo cerraba una gran temporada y nos dejaba con un leve cliffhanger para mantener el interés de cara a un futuro que, sin poder evitarlo, llegará.

 

Sin duda una de la series del año y de la que podemos sentirnos especialmente orgullosos (ya disponible en DVD y Blu-Ray). A destacar esa gran labor de sus actores, con sus gestos y lenguaje acordes a la época de la cual proceden, y a un guión que cuida con detalle hasta la última de sus comas. La serie ha levantado pasiones y no hay seguidor que se precie que no haya conseguido su carnet de ministérico. Nosotros ya tenemos el nuestro y vosotros, ¿a qué esperáis? ¡Qué el tiempo vuela!

 

Lorena Rodríguez

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Una tarde, con siete añitos, entré en el salón cuando mi madre veía El Padrino. La escena en cuestión era la del caballo y mi madre me gritó que no mirase, pero miré. Desde aquel entonces no pude dejar de mirar, de observar y soñar. Lo más cerquita que pude quedarme del cine fue haciéndome historiadora del arte. El cine es mi Tardis, un Delorean que me hace la vida real más fácil. Mi primera serie fue Urgencias, siempre fiel, a pesar de lo mal que la trató la tele. No sé decirle que no a una serie.