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CRÍTICAS A LA CARTA: LA CARA OCULTA

 

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ANDRÉS BAIZ propone un filme tramposo pero bastante entretenido. Como suponemos que muchos de vosotros todavía no la habéis visto, pese a que se estrenó hace ya casi dos años,  vamos a intentar no reventar las sorpresas que guarda el guion, escrito a dos manos por el propio director y Hatem Khraiche.

Básicamente estamos ante un thriller, aunque el director se divierte tratando de crear incertidumbre en el espectador en los primeros compases del filme, con el único objetivo de potenciar la verdadera sorpresa de la cinta, que a estas alturas muchos de vosotros ya conoceréis, u os sonará gracias a uno de los trailers más nefastos de los últimos años, que se encarga de desvelar todo el argumento, dejando en evidencia todo el esfuerzo de guionistas y director por sorprender al espectador.

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La historia nos presenta a Adrián, director de la Filarmónica de Bogotá, que ha sido abandonado por su novia Belén. El dolor de Adrián, que trata de encontrarla con ayuda de la policía, se verá mitigado por la música y sobre todo por Fabiana, una camarera que conoce fortuitamente y que prácticamente al día siguiente ha preparado ya la trolley para irse a vivir con el músico. Nada más comenzar la convivencia Fabiana comienza a experimentar sucesos inquietantes que indican que al puzzle que nos ha presentado ANDRÉS BAIZ aún le falta la pieza más importante.

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El mayor problema de la cinta reside en el propio director, que en su afán de despistar al espectador, presenta una serie de subtramas y conatos de géneros que están a punto de convertir la película en comedia en sus primera media hora. Gracias a esto se desdibuja por completo al personaje de Adrián, interpretado por QUIM GUTIÉRREZ, mal definido y casi bipolar a ratos. Para cuando todo el entramado se desvela, para el personaje de Adrián ya es demasiado tarde, es imposible que le tomemos en serio y prácticamente nos da igual lo que pase con él. En el caso de la subtrama policial, carente de todo interés o sentido, lo mejor que podemos hacer es tratar de olvidarla. Por fortuna, una vez que la cinta desvela todas las cartas y el director se centra en el personaje de Belén, y esto hasta la mitad de película no ocurre, la película gana enteros y la calidad del conjunto se eleva, pero no nos hace olvidar por completo el disparate de los primeros treinta minutos.

Mientras QUIM GUTIÉRREZ firma una actuación en el mejor de los casos discretita, y es normal ya que su personaje no tiene ni pies ni cabeza, MARTINA GARCÍA, la bellísima Fabiana, se esfuerza y salva los muebles. A ambos se los come CLARA LAGO, que aunque actúa con oficio en sus escenas con Adrián, su trabajo resulta brillante cuando se trata de trasmitir su desahogo y desesperación al espectador. Su interpretación la valió el premio macondo, los goya colombianos, a la mejor actriz de reparto en 2012.

A destacar su extraordinaria Banda Sonora Original, compuesta por Federico Jusid, compositor argentino afincado en Madrid, que potencia las secuencias clave y ayuda ejemplarmente a mejorar el resultado del producto.

 

LO MEJOR:

  • Todos LOS APARTADO TÉCNICOS, fotografía, sonido y montaje.
  • CLARA LAGO. Interpretación notable que contrasta con el mediocre trabajo de QUIM GUTIÉRREZ
  • Con todos sus peros, es una película que resulta entretenida para la mayoría de los públicos. Buena opción para una tarde de domingo.

LO PEOR:

  • ¿Cómo se puede aprobar un trailer así cuando el director persigue sorprender al espectador?
  • EL GUION, un festival de incongruencias en la primera parte de la película.
  • LA DIRECCIÓN DE ACTORES,  que sacrifica al personaje de Adrián sin remedio.

 

crítica a petición de A.G.P.

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Alfonso Caro Sánchez (Mánager) Enamorado del cine y de la comunicación. Devorador de cine y firme defensor de este como vehículo de transmisión cultural, paraíso para la introspección e instrumento inmejorable para evadirse de la realidad. Poniendo un poco de orden en este tinglado.