Cardcaptor Sakura: Clear Card se acerca al epicentro de su extensión y, por desgracia, nos adentramos en un capítulo que se podría resumir en «más de lo mismo». El episodio anterior ofrecía ciertas esperanzas pero este acaba cayendo en saco roto.
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Juega con la nostalgia, sí. Pero recuperar cada uno de los capítulos anteriores y revivirlo en esta nueva temporada es una mecánica con poca gracia. Quizás la lentitud de su guión se deba a que esconde algún as bajo la manga pero es difícil justificar la evolución que lleva por bandera.
El acecho de la luna roja
Con todo, este último capítulo de Cardcaptor Sakura: Clear Card si contiene un punto interesante. Y es que el misterioso Yuna D. Kaito, el sirviente de Akiho, vuelve a entrar en escena — un recurso al que recurren desde su presentación.
Esta vez el encuentro desemboca en una conversación entre Syaoran y Eriol que revela algunos detalles. Al parecer el misterioso individuo pertenece a una suerte de grupo de hechiceros de alto rango asentados en Inglaterra. Sus intenciones son desconocidas pero recuerda inevitablemente al —ya olvidado— encapuchado de los primeros capítulos.
A esto se suma el comentado hecho de que habite en la vieja casa de Eriol. El lugar perfecto para guardar algo poderoso. Quizás siempre ha sido él, y no la joven Akiho, quien anda detrás de Sakura. Con todo, ya tenemos justificación para la sorprendente luna roja del final anterior, aunque también haya caído en el olvido.
Desentrañando conexiones
Se ha comentado ya en esta crítica, en diversas ocasiones, la similitud entre las entregas de Cardcaptor Sakura: Clear Card y la serie original. Algo que se planteó como una suerte de guiño pero que se ha convertido en una constante, restando originalidad al contenido.
Para más inri, la chica descubre en este punto que las nuevas cartas tienen ciertas similitudes con aquellas a las que capturó en el pasado. Es algo, que si bien se ha visto desde sus primeros compases, no se había podido confirmar por el momento. Y sin embargo, seguimos sin conocer nuevos datos sobre ello, o sobre el estado de estas nuevas cartas.
Siguiendo su habitual esquema, y como no podía ser de otra forma, Sakura se enfrenta a una nueva carta. La ocasión vuelve a convertirse en tributo, esta vez de forma consciente, recordando el desastre ocurrido en el Parque Pingüino años atrás. El combate, aunque resalta en animación, vuelve a convertirse en algo breve y falto de gracia.
Cardcaptor Sakura: Clear Card ha caído en un bucle del que no consigue salir. No es solo que todos sus capítulos sigan la misma estructura, sino que todas las ideas que vemos ya se dieron en la serie original. Parece que más que rendir tributo quiera repetir la misma fórmula, sin mucho esfuerzo.
Su guión cuentan con una infinidad de incógnitas y misterios que revelar, pero quizás es esa su intención. Esperar un poco más para sorprendernos con toda su fuerza. Por el momento toca esperar.
Óscar Martínez
