• ¿QUIÉN? Marisol Membrillo. (M.M.)
• ¿DÓNDE? Teatro Cervantes.
• ¿CUÁNDO? Martes 23 de Abril de 2013
• ¿POR QUÉ? Presentación de GENTE HONRADA, Película que compite en Sección Oficial en Málaga.

MARISOL MEMBRILLO, cordobesa criada en el barrio de Lepanto, acumula una prolífica trayectoria en teatro y televisión. Desde que interpretó a Carmela en la celebérrima obra de teatro ¡AY CARMELA!, no ha parado. En televisión destaca su trabajo en series como COMPAÑEROS, EL COMISARIO, LOS MISTERIOS DE LAURA, o CUÉNTAME COMO PASÓ.

 Marisol, háblanos de tu personaje Carmen en SOMOS GENTE HONRADA. ¿Has tenido alguna referencia para construirlo?

 M.M.: Si te digo la verdad no he tenido que “buscar un pie” para afrontar el personaje, como he hecho en otras ocasiones. Ésta vez, cuando leí el guion lo vi muy claro. No te puedo decir que sea yo, o que me vea identificada con las situaciones que vive Carmen, pero sí que me puse rápidamente en su piel, sí me puedo poner en su lugar y entender las situaciones.

 Tu personaje en la película pasa por ser uno el más sensato, el más prudente. Hay una escena en la película en la que Suso y Manuel anuncian que se van a asociar en un negocio inmobiliario y Carmen, siempre cautelosa, no ve nada claro la aventura del negocio de la construcción; aun así, cuando se hace el anuncio ella lo celebra y disfruta del momento. Nos parece una escena muy bonita.

 M.M: Mi personaje, Carmen, en ese momento ve a su marido reírse, le ve ilusionado, algo que desde hace mucho tiempo no veía. Carmen, aunque no lo ve claro, no quiere romper a su marido ese momento de felicidad. Lo que sí hace Carmen al día siguiente, y mientras se arreglan, es hablar con él acerca de la decisión. Carmen es muy generosa con Suso, le quiere mucho, pero también hace un papel de freno ante los continuos impulsos de Suso.

 Carmen es más fuerte que Suso en la película. Nos llama la atención que casi todas vuestras escenas de importantes de pareja se desarrollan en la habitación, mientras os arregláis.

 M.M: Ese momento es importantísimo porque en ese instante, mientras nos arreglamos, es el que nos va a llevar todo el día a tener una actitud u otra. Alejandro lo enfoca como un momento muy íntimo entre nosotros, de verdadera complicidad y comunicación.

 Una característica de la película es la naturalidad que desprenden algunas escenas, sobre todo dentro de la casa, en el ámbito familiar. Los diálogos recuerdan mucho al cine de Fernando León.

  M.M.: Es que el guion es maravilloso, sus diálogos son el punto de partida para conseguir esa naturalidad, parte de situaciones que uno sabe que te pueden ocurrir en cualquier momento. Además, rodar con un director como Alejandro, que tiene muy claro cómo quiere rodarlo, que quiere que todo sea lo más real posible, pues ayuda, ¡y mucho! (sonríe)

 Estas situaciones muchas veces acaban desprendiendo una sensación más cercana al drama que a la comedia, quizás porque precisamente gracias a esa naturalidad y realismo que impregna la cinta, el espectador se acerca mucho a los personajes.

 M.M.: Cierto, mira…si te digo la verdad, en el caso de algunos personajes, su trayectoria bordea más el drama que la comedia. El personaje de PACO TOUS (Suso) es muy complicado porque nos tenemos que poner en su piel. El otro día hablaba con unos amigos acerca de nuestra juventud y lo que por aquel entonces esperábamos en la vida. Cuando uno es joven tiene en la cabeza que con 50 años uno va a tener una vida estable, que siempre va a estar en continua progresión, y la realidad de Suso en la película es muy diferente, y es una realidad a la que desgraciadamente mucha gente de su generación se enfrenta cada día en la vida real. Es una vida que funciona por impulsos, porque además no hay que olvidar que con los 50 ya cumplidos uno ya no tiene la misma energía que tenía con 22, pero sí que tiene ese desazón que te invade cuando te das cuenta de que todo lo que habías dibujado en tu cabeza se ha difuminado.

 Marisol, háblanos de tus próximos proyectos.

 M.M.: Ahora acabamos de estrenar una función, una obra de teatro en Almería, en las Jornadas del Siglo de Oro, dirigida por Manuel Canseco, uno de los grandes directores de teatro clásico. Antonio Serrano ha hecho una dramaturgia de EL LIBRO DEL BUEN AMOR muy, muy acertada, y hemos estado metidos de lleno con la función. Hemos trabajado mucho y al final ha salido algo muy bonito. Nuestra intención es que ahora el máximo de público pueda disfrutar de esta obra.

 ¿Vais a representar sólo en Almería, o tenéis previsto más localidades?

 M.M.: Queremos llevarlo por toda España. Tenemos mucha energía y tenemos el “veneno” de este trabajo metido dentro (se ríe). Es un trabajo maravilloso que finalmente genera adicción, el “subidón” de estar en un escenario es algo que hay que vivir, no se puede explicar (sonríe)

 ¿Dónde te sientes más cómoda, en cine/t.v. o en teatro?

 M.M.: La satisfacción que te da el teatro es única, porque la respuesta es inmediata. Por otro lado sí es verdad que trabajar en t.v. o cine genera menos presión porque no tienes al público enfrente, pierdes esa cercanía tan grande que experimenta un actor encima de un escenario, pero ganas en tranquilidad. Si tuviese que elegir por satisfacción te diría que teatro, y si tuviese que pensar en mi tranquilidad y relajar este nivel de ansiedad que yo tengo (ríe), pues t.v. o cine. En cualquier caso, lo importante es trabajar (sonríe).

 Un trabajo que cada vez está más difícil para muchos compañeros…

 M.M.: Es cierto, en esta profesión se atraviesan muchas etapas de trabajo y otras en las que más de uno se desesperan. Todos los actores tenemos suerte por trabajar en lo que nos gusta pero a veces es duro. Este trabajo exige mucho tesón y paciencia. Yo tengo una máxima que intento tenerla siempre muy presente: “la paciencia es la llave de la suerte”, es un resumen muy bueno de lo que supone trabajar y dedicar tu vida a esta profesión. También soy defensora de cultivar una parcela de tu vida al margen de este trabajo (y de cualquier otro). Las relaciones con los tuyos, con tus amigos, con tu familia, tus espacios…son cosas que no se pueden perder, porque cuando uno se enfrenta a momentos duros siempre tiene ahí un refugio, un apoyo fundamental.

 Marisol, tomamos nota de tu máxima, que nos viene de lujo, y toda la suerte del mundo con la película, que estamos seguros gustará al público. ¡Ha sido un placer!

 M.M.: ¡Gracias a vosotros!.